California podría convertirse en el primer estado de EUA en proteger a la juventud intersexual. Por Samantha Riedel | them.

California podría convertirse en el primer estado de EUA en proteger a la juventud intersexual

Por Samantha Riedel | them.

Traducción: Laura Inter del artículo “California Could Become the First State to Protect Intersex Youth” de Samantha Riedel | them.

Fuente: https://www.them.us/story/california-intersex-bill

Un nuevo proyecto de ley tiene el objetivo de garantizar que las personas intersexuales ya no sean sometidas a intervenciones quirúrgicas sin su consentimiento.

bandera intersex puño

Durante décadas, California ha liderado en los Estados Unidos en cuanto a legislación diseñada para proteger a las personas LGBTQ+. Pero si un proyecto de ley que fue presentado recientemente llega al escritorio del gobernador Gavin Newsome, el estado no solo estará haciendo historia en Estados Unidos, sino que sería un ejemplo para el mundo entero.

El proyecto de ley 201 del senado, busca salvaguardar la autonomía corporal de las personas intersexuales, al establecer nuevos estándares y restricciones para las intervenciones quirúrgicas que son frecuentemente realizadas en niños y niñas intersexuales que aún no tienen la edad para proporcionar su consentimiento. Presentado a finales del mes pasado por el senador estatal Scott Wiener, en coautoría con el senador estatal Jim Beall y cinco miembros demócratas de la asamblea estatal, el proyecto de ley 201 del senado (SB201), viene de la mano de una resolución no vinculante del pasado mes de agosto que confirmaba la postura de la legislatura de California: “que los niños y niñas intersexuales deberían ser libres de elegir si quieren o no someterse a cirugías con consecuencias de por vida”, como las reducciones de clítoris, gonadectomias, y otros procedimientos ‘reconstructivos’. Si se convierte en ley, California sería el primer estado en EUA en proteger explícitamente la autonomía corporal de menores de edad intersexuales.

Para Hans Lindahl, directora de comunicaciones para la organización intersexual sin fines de lucro interACT, que ayudó a desarrollar el proyecto de ley en colaboración con la organización de derechos civiles LGBTQ+ Equality California, la legislación es profundamente personal. “Existen muchos diferentes testimonios intersexuales, y tengo la fortuna de ser alguien que, al menos, no fue sometida a cirugía no consensual”, dijo a them. por teléfono. “Se siente como si invirtieras en algo personal… quieres esto, ¿sabes? Tu comunidad lo necesita”.

Aunque las resoluciones no vinculantes a menudo se pasan por alto debido a su falta de impacto legal concreto, Lindahl dijo que el activismo del año pasado fue un primer paso crucial para reunir apoyo para los derechos intersexuales. “Muchos de los comentarios que recibimos en Sacramento, eran relacionados a que las personas no sabían nada acerca de esto”, explica. Otros proyectos de ley similares al SB201 no han dado frutos, como es el caso del SB 408 de Nevada, que habría requerido el consentimiento informado del menor o su tutor para “la realización de cualquier procedimiento quirúrgico para asignar un sexo anatómico”, pero se vino abajo en el comité en 2017. Como resultado de la resolución del año pasado, Lindahl dijo: “muchos senadores estarán familiarizados con este tema, y tendremos esas conexiones y conversaciones. Seguramente eso representará un gran avance”. Después de trabajar por meses en el lenguaje utilizado en el proyecto de ley (en parte para garantizar que pudiera coexistir con las protecciones actuales para la juventud transgénero), interACT y sus aliados políticos, están dando el siguiente paso para que se aprueben las protecciones para los niños y niñas intersexuales en la ley.

Si es aprobado, el SB 201 ampliaría la definición legal de “conducta poco profesional” de parte de los doctores – cuya infracción puede dar lugar a medidas disciplinarias y multas de la junta médica de California – que incluyen la realización de cualquier cirugía u otra intervención en un menor de edad intersexual, que no sea médicamente necesaria y pueda ser pospuesta. En casos donde tales tratamientos sean necesarios (como en el caso de una uretra no funcional), el proyecto de ley también establecería un procedimiento específico para obtener el consentimiento informado del niño o niña, o de su tutor legal. Y aunque las consecuencias específicas para tal conducta poco profesional se dejarían a discreción de la junta, la SB 201 amplía enérgicamente esta definición aún más: a los médicos ya no se les permitiría opinar sobre el “desarrollo psicosocial” de los menores de edad intersexuales – esto es, su habilidad de funcionar y ser aceptados en la sociedad – como un factor relevante para recomendar las cirugías.

Durante décadas, las teorías psicosociales del desarrollo han motivado las intervenciones, influenciadas particularmente por el psicólogo estadounidense John Money, cuyo infame estudio del caso John/Joan, brindó respaldo clínico para las cirugías infantiles de reasignación de sexo y para otras cirugías de “normalización”. Aunque la reasignación de sexo en la infancia ya no es una práctica común, los doctores frecuentemente evocan al desarrollo social “normal” y a la aceptación, al establecer cual será el plan de tratamiento para los niños y niñas intersexuales. Estos estándares de normalidad, como se pudiera sospechar, tienden a ser cis y heteronormativos. En declaraciones a The Daily Beast a principios de este mes, Amanda Saenz, una persona intersexual no binaria que también está involucrada con el programa juvenil de interACT, describió que conversando con los doctores, estos le aseguraban que la cirugía le haría “una niña ‘normal’, y así podría tener felices relaciones sexuales con mi esposo”. Saenz también afirmó que los doctores le dijeron que no contara a sus amistades acerca de su cirugía, para evitar ser marginada y “exageraron” el riesgo de cáncer que representaban sus características intersexuales. Otra activista intersexual, Pidgeon Pagonis, el año pasado contó a Rewire.News acerca de la reducción de clítoris que sufrió en la infancia, una cirugía innecesaria que dejó a Pagonis sin clítoris externo. Otras personas que han sido sometidas a procedimientos similares, también informaron sobre revisiones [genitales] de seguimiento que alarmantemente pudieran clasificarse como algo cercano al abuso sexual.

Las organizaciones internacionales de derechos humanos han hablado a favor de la autonomía corporal por años, destacando la falta de consenso clínico para tales procedimientos y la prevalencia de traumas perdurables para las personas. Sin embargo, las acciones legales en este ámbito aún son increíblemente raras en todo el mundo. Menos de cinco países, incluyendo Malta y Uruguay; dos leyes en Portugal y Chile* fueron aprobadas, pero después fueron vetadas o invalidadas, y se han establecido protecciones en Austria y Colombia a través de los tribunales en lugar de la legislación. E incluso las leyes que existen tienen fallas: La de Uruguay apenas consta de una frase, mientras que algunos activistas han señalado los frecuentes traslados que hacen los médicos malteses al Hospital Great Ormond Street de Londres (un controversial epicentro para las cirugías intersexuales), como evidencia de un limbo jurídico a través del cual ellos pueden enviar niños y niñas al Reino Unido para que les realicen las cirugías que ya no les son permitidas hacer en Malta. (El Hospital Great Ormond Street, anteriormente ya había negado cualquier delito o negligencia en lo relacionado a la atención a personas intersexuales).

*Nota de Brújula Intersexual: En Chile no fue una ley, en realidad la Circular 18, a pesar de ser emitida por el Ministerio de Salud, no tenía carácter vinculante, y eran más que nada recomendaciones a los hospitales para el tratamiento de bebés, niños y niñas intersexuales.

La posibilidad de que los doctores busquen un limbo jurídico similar en la excepción de “necesidad médica” de la SB201, es algo de lo que Lindahl y sus colegas de interACT, están muy conscientes. “Muchos doctores realmente creen en sus corazones que los supuestos riesgos de crecer con diferencias genitales significan ‘necesidad médica’”, dijo Lindahl. Esa es una de las razones principales por las que interACT impulsó para que se aprueben esas prohibiciones explícitas en cuanto a la teorización psicosocial. Y algunos doctores ya se están movilizando en contra del proyecto de ley. El Dr. Peter Bretan, presidente electo de la Asociación Médica de California, afirmó en una reciente entrevista de radio que “existe mucho más deterioro psicológico si no se permite a las mujeres genéticas ser criadas para alcanzar su máximo potencial”, es decir, como niñas cisgénero “normales”.

A pesar de las posibles dificultades y de los opositores adinerados, Lindahl dijo que interACT está lista para la lucha que se avecina, con la esperanza de que los y las aliadas de las personas intersexuales se involucren y garanticen que este histórico proyecto de ley sea aprobado. Los riesgos son indiscutiblemente altos: el fracaso sería un amargo revés para los derechos de las personas intersexuales. Pero una victoria significaría mucho más que una sola reforma médica en un estado; podría anunciar un cambio cultural en la manera en la que nos relacionamos con el sexo, género, y con la infinita diversidad de la forma humana. Al dar este audaz paso, interACT pudiera terminar creando un contexto cultural en el cual ajustarse a un constructo del sexo binario se vuelva irrelevante. Y eso es hermoso – al igual que los cuerpos intersexuales por sí mismos.

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