A esta corredora intersexual le realizaron una cirugía para competir. No salió muy bien.
Por Geneva Abdul | New York Times
Traducción: Laura Inter del artículo “This Intersex Runner Had Surgery to Compete. It Has Not Gone Well.” de Geneva Abdul | New York Times
Fuente: https://www.nytimes.com/2019/12/16/sports/intersex-runner-surgery-track-and-field.html
Annet Negesa, candidata olímpica de Uganda para los 800 metros, dijo que se le aconsejó someterse a una cirugía irreversible debido a sus niveles naturalmente altos de testosterona. Su carrera nunca volvió a ser la misma.

En junio de 2012, Annet Negesa acababa de terminar su entrenamiento en Kampala, Uganda, cuando recibió la llamada de un médico del organismo rector del atletismo mundial. Él le dijo que ya no podría competir en las Olimpiadas de Londres debido a que sus niveles de testosterona eran demasiado altos para la competición.
“Regresé a casa y comencé a llorar”, recordó.
Negesa tenía 20 años en ese entonces y era una de las mejores atletas de su país, una prometedora corredora de media distancia que había establecido un récord nacional en los 800 metros a principios de año en Hengelo, Países Bajos. Fue tres veces campeona nacional y se llevó a casa una medalla de oro en el Campeonato Africano All-Africa Games 2011. La federación de atletismo de Uganda la nombró atleta del año.
World Athletics, antes la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), el organismo rector mundial del atletismo no descubrió que Negesa usara fármacos para mejorar el desempeño. Más bien, ella es una atleta intersexual.
Se identifica como mujer y nació con genitales típicamente femeninos, pero también con órganos sexuales internos típicamente masculinos que producen niveles de testosterona equiparables a los de un hombre [típico]. De acuerdo con funcionarios deportivos, eso le daba una ventaja injusta sobre la mayoría de las mujeres en algunos eventos deportivos.
Lo que hace a Negesa diferente de muchas otras atletas intersexuales, es que ella intentó alterar su cuerpo con cirugía para poder continuar compitiendo. Negesa afirma que el médico de World Athletics, recomendó la cirugía. La federación lo niega.
Durante siete años, Negesa, de ahora 27 años, se negó a hablar acerca de lo que sucedió. Pero el tiempo hizo poco para reivindicar la injusticia.
“Ahora veo mi cuerpo diferente, muy, muy diferente”, dijo. “No sé cómo hablar de eso”.
Los años desde la cirugía han sido complicados. Negesa ha sufrido dolores de cabeza continuos y dolor en las articulaciones. Su cuidado postquirúrgico, dijo, no incluyó el tipo de tratamiento hormonal que podría haber ayudado a su cuerpo a adaptarse al cambio.
“Lo que sucedió a Annet es peligroso, y sucedió debido a que ella quería competir”, dijo Payoshnni Mitra, un investigador y activista en lo relacionado al género y los deportes, que ha dado conferencias sobre el tema de las atletas intersexuales.
Durante la última década, Mitra ha estado al lado de numerosas atletas con niveles de testosterona naturalmente altos, incluyendo a Caster Semenya, la campeona sudafricana de media distancia, y Dutee Chand, la corredora de la India. Sin embargo, el caso de Negesa, fue uno de los más complicados para Mitra, porque Negesa optó por someterse a cirugía.
Durante años, World Athletics ha luchado para crear reglas que mantengan una competencia justa para la gran mayoría de las mujeres con cuerpos típicamente femeninos, sin afectar los derechos humanos de las personas intersexuales, que representan aproximadamente uno de cada 2,000 nacimientos [la Ficha de Datos sobre Intersex de la ONU menciona que el número podría llegar a ser de hasta 1.7% de la población]. Un estudio de este año encontró que las mujeres atletas que cuentan con niveles de testosterona en un rango típicamente masculino, están sobrerrepresentadas en las carreras de media distancia femeniles.
World Athletics, en una década de investigación, encontró que cerca de siete de cada 1,000 mujeres atletas son atletas intersexuales con niveles de testosterona en un rango típicamente masculino. Algunos endocrinólogos han concluido que aún no está claro si los niveles altos de testosterona dan a las atletas una ventaja competitiva, pero muchos científicos creen que sí.

Después de años de litigios, el Tribunal de Arbitraje Deportivo confirmó en mayo las restricciones de testosterona de World Athletics para las atletas en las carreras que van desde los 400 hasta los 1500 metros. El tribunal dictaminó, mediante una votación de 2 a 1, que las restricciones sí son discriminatorias, pero también son medios “necesarios, razonables y proporcionados” para alcanzar la meta de World Athletics de preservar la igualdad de condiciones en el campo de juego de los eventos de atletismo femenil.
La mayoría de las mujeres, incluyendo las atletas de élite, tienen niveles de testosterona que van de 0.12 a 1.79 nanomoles por litro, dijo World Athletics, mientras que el rango típicamente masculino, después de la pubertad, es mucho más alto, desde 7.7 a 29.4 nanomoles por litro.
Las atletas intersexuales que quieren participar en las carreras femeniles de media distancia deben tomar medicamentos para suprimir las hormonas y reducir los niveles de testosterona por debajo de los cinco nanomoles por litro, durante seis meses antes de la competencia, entonces mantener esos niveles bajos.
Pero Negesa, la mayor de nueve hermanos criados en una aldea en Jinja, Uganda, al sureste del Nilo, en 2012 fue sometida a una intervención mucho más agresiva, después de enterarse que no podría competir.
Dijo que un médico de World Athletics, el Dr. Stéphane Bermon, le dijo que necesitaba ser sometida a tratamiento médico y le presentó la cirugía como su primera opción: una gonadectomía para extirpar sus testículos internos.
“Amo mucho mi deporte, ese es el motivo por el que decidí someterme a cirugía”, dijo en una reciente entrevista en video para Alemania, donde ahora vive.
Después de que Negesa apareciera en un documental en la cadena ARD de la televisión Alemana en octubre, World Athletics emitió una declatación, negando haber participado o recomendado un tratamiento específico para Negesa.
“El Dr. Bermon nunca conoció a la atleta en cuestión, y no estuvo durante la consulta en Niza ni en la cirugía de la que ella habla en Uganda”, decía la declaración. A través de un portavoz de World Athletics, el Dr. Bermon se negó a hacer comentarios.
Negesa dijo que viajó sola a Niza para que le realizaran unos exámenes médicos poco antes de enterarse que no podría competir. Recuerda que dos médicos, que hablaban francés, tomaron medidas a su cuerpo. Negesa habla swahili e inglés.
“Fue muy extraño”, recuerda. “Era muy tímida”.
Regresó a Kampala para el tratamiento, y pagó $900 dólares por el procedimiento.
La mañana de la cirugía en Kamapala, ella tenía poco conocimiento sobre el procedimiento. Los médicos le habían dicho que era una cirugía simple y que regresaría a competir en unas pocas semanas.
“Me desperté esa mañana sintiendo cortes en mi cuerpo”, dijo. “Me sentía muy asustada. No sabía que me iban a cortar y abrir”.
No regresó al deporte, y ha sufrido depresión y dolor en las articulaciones desde la cirugía.
El expediente médico de Negesa del Women’s Hospital International & Fertility Centre [Hospital Internacional de la Mujer y Centro de Fertilidad] en Kampala, fue revisado por The New York Times y se confirmó que World Athletics, entonces conocido como IAAF, recomendó un examen médico exhaustivo, citando los altos niveles de testosterona en su cuerpo. El informe indica que después de los exámenes médicos en Niza, tuvo una gonadectomía en Kampala. El documento indica que su cirujano en Kampala, el Dr. Edward Tamale Sali, no le recetó una terapia hormonal porque estaba esperando discutirlo con el Dr. Bermon.
El Dr. Tamale Sali se negó a hacer comentarios.
En 2013, el Dr. Bermon, ahora director del departamento de salud y ciencia de World Athletics, publicó un informe que citaba los casos de cuatro atletas no identificadas, provenientes de países en vías de desarrollo, que fueron referidas a hospitales en Francia debido a que tenían niveles naturalmente altos de testosterona.
“Creo que fui la primera”, dijo Negesa refiriéndose a las cuatro atletas que citaba el estudio. Ella dijo que el Dr. Beremon fue el primer funcionario de World Athletics que le habló en 2012.
Después de que Negesa apareciera en el documental alemán en septiembre, 25 atletas francesas escribieron a World Athletics, al Comité Olímpico Internacional y al ministro de deporte y salud, solicitando una investigación.
Los ministros franceses de deporte y de salud abrieron una investigación conjunta en octubre.
En su declaración, World Athletics dijo que no aconsejó a las atletas sobre tratamientos en particular, y tampoco lo hizo en este caso. La federación mundial “nunca ha obligado a ninguna atleta afectada por estas regulaciones a someterse a cirugía, tampoco a pagado por ninguno de sus tratamientos”
En marzo, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el intento de World Athletics para regular los niveles de testosterona de las atletas. Y en mayo, la Wolrd Medical Association, aconsejó a los médicos de todo el mundo abstenerse de implementar la nueva regulación.
“Ellas fueron asignadas mujeres al nacer y al crecer su identidad de género es femenina, así que no hay duda de que pertenecen a esa categoría”, dijo Katrina Karkazis, miembro de Global Health Justice Partnership en la Universidad de Yale.
Negesa dijo que, si regresa a su hogar, donde las personas LGBT son abiertamente condenadas, podría ser encarcelada o asesinada.
En septiembre solicitó asilo en Berlín, y le fue otorgado este mes.
Ella corre todos los días, con la esperanza de un día regresar a la competencia internacional. Sin embargo, su siguiente paso es el litigio. “Necesito llevarlos a los tribunales”, dijo refiriéndose a World Athletics, “por haber violado mis derechos humanos”.