Yo, Humano: El Transhumanismo y el Género. Por Jarys (persona intersexual)

Yo, Humano: El Transhumanismo y el Género

Por Jarys

21 de Noviembre de 2014

Traducción de Laura Inter del artículo “I, Human: Transhumanism and Gender» de Jarys Maragopoulos  (si encuentran errores en la traducción me avisan)

 I human

Transhumanismo, la creencia de que la humanidad evolucionará o se adaptará rápidamente, más allá del entendimiento que tenemos actualmente, a través de las ciencias aplicadas y la tecnología, es un contraste de futurismo. La “singularidad” se acerca, leemos; un evento en el que este cambio y adaptación se acelerará sin control. En o antes de ese punto, el transhumanismo se convertirá en realidad. Esto puede darse en distintas formas, y nosotros buscamos pistas en la ciencia ficción. Los robots y programación, pueden alcanzar la inteligencia humana o sobrepasarla (Yo, Robot, Terminator, Ella – Her – ). Los humanos podrían ajustar a las máquinas para si mismos y fusionarse con la tecnología de la información (Matrix, Ghost in the Shell, casi todo lo de Ciberpunk), los humanos podrían usar la bioingeniería en si mismos para trascender nuestro entorno o conceptos individuales o de género (Bioshock, numerosos superhéroes). Basta con mirar a nuestra literatura y medios de comunicación, y encontrarás numerosos ejemplos, temidas o esperadas posibilidades para nuestro futuro.

Incluso Mary Shelley’s Frankenstein, posiblemente el primer ejemplo de Ciencia Ficción en la literatura moderna, posee las proto-semillas para el transhumanismo. Un nuevo tipo de persona es creado – aunque adulto, un recién nacido – cuando un científico intenta dominar la resurrección. Este nuevo ser, lucha para ser aceptado, como alguien ajeno “otro”, por una humanidad temerosa y que tiende a odiar. Algunos tienen teorías de que, la extraña fealdad en la apariencia del Monstruo, es el primer ejemplo en ficción de “El Valle Inquietante – The Uncanny Valley”; la región de cercana similitud que un sujeto puede tener con la humanidad, al mismo tiempo que, siendo tan diferente la yuxtaposición resulta perturbadora. La criatura es rechazada constantemente, por la sociedad y por su creador, y es orillado a una furia vengativa. Esta puede haber sido la primera historia de progreso humano desatando una horrible, incontrolable y peligrosa creación, pero Shelley fue un genio, presentando su historia, en parte, desde la perspectiva de la creación. Desde entonces, la ciencia ficción, a luchado con y ponderadamente no solo por el progreso, sino también por la forma en que el progreso moldea la identidad. A partir de estas cuestiones, el transhumanismo cobró forma y se levantó de su losa.

El avance científico ... es un poco como esto.
El avance científico … es un poco como esto.

Pero, ¿y si te dijera que no tienes que esperar más tiempo, para que la ciencia se involucre en la edición de la forma humana, y, con ella, la identidad humana? Claro, puedes instalar una cámara en tu ojo, o, mañana un imán en tu mano, si eres rico o dispuesto a experimentar en ti mismo. Pero yo hablo acerca de un procedimiento que ha sido hecho por décadas, un procedimiento practicado, tentativamente, durante el siglo XX, y que tiene raíces en la medicina de la época Victoriana. Un procedimiento destinado a aplicar la ciencia a un asunto social, al igual que cualquier otro “lo que ha forjado la ciencia”, premisa de novela de ciencia ficción.

Es llamado ‘cirugía de Re/asignación de sexo’.

Qué pasaría si Laverne Cox fuera una hacker... y viajara a una tierra de desechos nucleares con un grupo de mutantes cualquiera -
Qué pasaría si Laverne Cox fuera una hacker… y viajara a una tierra de desechos nucleares con un grupo de mutantes cualquiera –

El género esta increíblemente ligado a nuestra identidad. Los niñxs desde una edad muy temprana saben de que género son, la negación del género de una persona puede ser traumatizante, las personas a las que se les confunde con un género que no es el suyo, se supone que se deben sentir ofendidas. Si algún día has tenido la desgracia de confundir el género de una persona que trabajaba en algún establecimiento de venta de alimentos o que atendía alguna tienda, entonces probablemente sabes como se ve esa mirada ofendida y llena de furia… o un alma destrozada y decepcionada. Las personas se preocupan por su género, es suyo. Así que, ¿que hacer cuando también a la sociedad le preocupa el género de la persona? Lo suficiente como para definirlo, mas allá de su conducta y base biológica y sexual de su apariencia. Aquí la ciencia se ha ofrecido como el medio, específicamente la ciencia médica.

La primera reasignación de sexo (a través de cirugía genital) fue realizada en la década de 1930. Esta se realizó en un adulto voluntario, como un medio para expresar su identidad de género. Estos casos ahora son, a menudo, llamados transexuales y este tipo de cirugías son, usualmente, realizadas a petición de los adultos transexuales. Sin embargo, la cirugía fue mas tarde aplicada a infantes que resultaron ser intersexuales, en la década de 1960. Infantes que no podían dar su consentimiento. Si alguna vez hubo una situación en la vida real, en la que el uso de los avances científicos llevó a hacerse preguntas sobre la naturaleza humana – al igual que en nuestra novela favorita – la respuesta de la ciencia médica es que la intersexualidad es esa situación.

La intersexualidad, describe la situación en la que el sexo de un infante no puede ser médicamente determinado. Existen cuatro características físicas que ayudan a determinar el sexo: los genitales, las gónadas, las hormonas, y el código genético. Estos no pueden ser descritos siempre como masculinos o femeninos, y si alguna de estas características no concuerda, o esta, de alguna manera indeterminada, el/la niñx es intersexual. Históricamente, los expertos médicos (doctores e investigadores) se han inclinado a interpretar la intersexualidad como una aberración, un error o una patología, y, en consecuencia, se han inclinado a alterar quirúrgicamente al infante a través de la cirugía de asignación de género, de modo que se asemeje ya sea a un hombre o a una mujer. Incluso hoy en día, el término clínico de este tipo de condiciones es “Trastornos del Desarrollo Sexual”, el cual, algunos intersexuales y profesionales médicos, critican de insultante.

Es como si te hubieran dicho que naciste mal...y tienes que sentirte mal.
Es como si te hubieran dicho que naciste mal…y tienes que sentirte mal.

Probablemente sea mejor que me salte este punto del artículo, para nombrar mi parcialidad en el mismo. Yo, Jarys Maragopoulos, soy un intersexual. Muchos me perciben como hombre, lo cual se debe a las cirugías de asignación de género que sufrí cuando era un bebé y un niñx. No puedo hablar de estas cosas de manera objetiva y no pretendo hacerlo. Este artículo nació de mi interés en mi condición y de mi pasión por el transhumanismo, al cual me siento intrínsecamente unido. Déjame decirte porqué.

El transhumanismo siempre ha sido acerca de la fusión de la humanidad con “lo otro”. Los humanos fusionándose con sus herramientas en la cibernética, sus herramientas evolucionando para convertirse indistinguiblemente de los humanos, a través de la inteligencia artificial, o los humanos usando sus herramientas para convertirse en “lo otro” a través de la bioingeniería. Parte integral de estos temas es un desafío a las fronteras entre lo que es humano y lo que no lo es, que es aceptable como “normal” y que es extravagante, novela, o solo mutado. A menudo, los conflictos en estas historias, vienen cuando las personas se sienten amenazadas por lo cerca que la tecnología nos lleva a ese “otro”.

Suficientemente cerca como para confundir a los dos, tal vez.
Suficientemente cerca como para confundir a los dos, tal vez.

Y Bueno, cuando “humano” es definido, en relación al sexo, como masculino o femenino, y en género como hombre o mujer; el estar fuera de eso, es ser visto y tratado como “otro”. Por supuesto, los científicos y doctores del pasado veían al bebé intersexual y lo pensaban como “otro”. Si masculino y femenino es todo lo que el ser humano puede ser, ¿un bebé que no es ni hombre ni mujer, es suficientemente humano? Así que hicieron lo que pudieron para corregirlo, trataron de hacer al bebé “normal”. Tomaron lo que era dudosamente humano, y lo hicieron mas claramente humano. ¡No más molestas preguntas acerca del sexo y género humanos! Esto siempre se hizo por el bien del niñx, asumiendo que nadie quiere crecer siendo anormal. ¿Qué pasaría si el bebé no pudiera tener relaciones sexuales un día? ¿Y si fueran rechazados por los demás? Pero en el intento de salvar a estos niñxs del rechazo, rechazan a los niñxs como son. Estudios clínicos psicológicos en intersexuales, muestran esa sensación de rechazo, incluso de eventos que tienen su origen antes de la memoria consiente. Muchos intersexuales reportan sentimientos de vergüenza relacionados a su identidad. Se que yo los tengo, y que solía sentirlos de manera mucho más aguda.

La tecnología se utiliza sobre mí, sin mi consentimiento, para adaptar mi identidad a la norma social, usando bioingeniería en mi cuerpo hasta que se ajuste a esa norma. No estoy loco, no más. Estoy FASCINADO. En los libros que amo, los escritores adivinan el futuro del transhumanismo, sobre como es que el concepto de ‘ser humano’ podría evolucionar, cuando yo mismo he sido siempre la evidencia de que, lo humano, excede por mucho nuestro concepto de lo que es un ser humano. Mi cuerpo ha sido, durante mucho tiempo, un ejemplo de la capacidad de la ciencia de ligar al ser humano con el “otro”, para esculpir la forma humana a nuestro antojo. Veo el camino, pero no porque la genética sea caótica, sino porque mis padres, abuelos, y doctores tuvieron una reunión para decidir como es que me iba a ver. Soy una prueba de que la ciencia es poderosa en la maestría de la forma humana.

Pero también soy la prueba de que la ciencia puede ser opresiva e indiferente…o, al menos, ejercida con fines opresores e indiferentes. Lo normal es medido matemáticamente y no con compasión, y la ciencia encontró que yo carecía de normalidad. Fui cambiado, partes fueron añadidas y otras sustraídas de mi cuerpo, como si fuera una pieza modular de un equipo. Es deshumanizante. Crecí creyendo que había nacido como un infrahumano, porque tenía que hacer trabajo extra antes de poder ser como todos los demás. Ni siquiera sabía que era intersexual hasta llegar a mis veinte años, cuando pregunte sobre los detalles de mi nacimiento más a fondo. Aunque ya no estoy enojado, no voy a negar que creo que fui juzgado erróneamente. No existe nada “anormal” acerca de mí, solo estadísticamente improbable. No hay nada infrahumano o no-humano en acerca de no ser ni hombre ni mujer, ni en estar en una línea intermedia entre hombre y mujer. Yo, otros intersexuales, y las personas transgénero, son todos una variedad de lo humano, expresando nuestras identidades al igual que todos los demás. Creo, que el progreso social con el desarrollo científico y en la medicina, ha producido y seguirá produciendo una atención mas compasiva para los infantes que nazcan como yo.

Y ahora... volviendo a esto...
Y ahora… volviendo a esto…

Cuando tenía 11 años, recibí una copia del libro de Frankenstein como regalo y lo devoré. Ahora me refiero a el como mi libro favorito de todos los tiempos. Me identifiqué con el aterrador nacimiento de la criatura en la clínica, con partes de cuerpos cocidas, sentimientos de rechazo social, y una sensación de alienación de la humanidad. Sentí esto de formas que no puedo explicar, porque no tenía marco de referencia para las cirugías que apenas recordaba, y no contaba con un contexto para las señales del género que mantenía perdidas. Hasta ese momento, pensaba que era la única persona que era así o que se sentía como yo (me desanimé de hablar de mi pasado médico con mis padres, y de la única vez que intenté decirle sobre mí a un amigo en la escuela), y Frankenstein fue la prueba de que alguien, al menos, entendía. Esta mujer genio de la época Romántica, de alguna manera me hizo sentir “visto”. Es por ello que, aunque sé que la película tenía un guion terrible y carecía de calidad, amé la película “I, Frankenstein – Yo, Frankenstein – “. Cuando uno de los personajes en la película, se refiere al Monstruo de Frankenstein como “eso” y otro corrige ese pronombre inmediatamente diciendo “No, él”, empecé a llorar, porque incluso esta película de clasificación B lo entiende, entiende de que se trata este libro. Puedes preguntar a mi co-anfitrión y editor, Mike. Él la vio conmigo, él confirmará que mis ojos se llenaron de lágrimas, y entiende porqué. Un buen amigo entiende la necesidad humana de ser entendido y respetado… y tratado como un ser humano.

Incluso cuando nuestro concepto de lo que es humano está cambiando.

Si ya soy transhumano porque mi biología transgrede los límites sociales de lo que es humano, o, porque lo que la tecnología médica ha hecho a mi cuerpo, prueba que vivimos ya en un mundo de ciencia transhumana; siento este tema profundamente. Vale la pena señalar que, no todos los intersexuales comparten mi historia o sentimientos en este asunto. Creo que el ser genderqueer, como lo soy, no es común entre los intersexuales. Genderqueer se refiere a una identidad de género que no es estrictamente femenina o masculina. Por el contrario, creo que la mayoría de los intersexuales tienen una identidad masculina o femenina. La experiencia genderqueer, tampoco define la experiencia transgénero, trans* que es un termino que incluye a los transexuales, los genderqueer, y todo tipo de personas que pertenecen a una minoría en sus experiencias de género.

Espero que; antes de que la sociedad reflexione seriamente que derechos y reconocimiento se deben a estos transhumanos quienes empujan las fronteras de la experiencia humana, la sociedad debe reflexionar seriamente que derechos y reconocimiento se debe a aquellas personas intersexuales y trans* quienes empujan las fronteras de la experiencia humana de género y sexo.

Jarys Maragopoulos es un maestro que vive en Alameda con su pareja y dos gatos. Jarys es un Co-anfitrión de Ace of Geek Podcast y puede ser contactado mediante el correo Jarysm@gmail.com – Por favor siéntanse libres de enviar cualquier pregunta acerca de la intersexualidad, a la dirección antes mencionada. Espero tengan un significativo y pacífico Día de la Memoria Transgénero, que fue este Jueves el 20° aniversario, el día que este artículo fue terminado. Con eso en mente, este artículo está dedicado a Lucy Meadows.

 

Fuente: http://aceofgeeks.blogspot.mx/2014/11/i-human-transhumanism-and-gender-by.html?m=1

 

2 comentarios

  1. La lectura me recuerda a los castrati, niños castrados para que pudieran conservar su voz aguda, practica que al parecer comenzó en 400 d. C., también una especie de transhumanismo.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.