Esta historia fue compartida exclusivamente con Brújula Intersexual, si quieres publicarla en otro lugar, por favor escríbenos para pedir autorización a la autora: brujulaintersexual@gmail.com
Me amo, mi verdadera yo
Por Remedios
Antes de comenzar a contar mi historia, me gustaría agradecerte a ti que también has compartido tu historia con Brújula Intersexual, en tu historia y la mía te darás cuenta de que nos une algo maravilloso.
Nací en casa, cuando iba a nacer mi madre pidió a una partera que la acompañara, pero a pesar de sus intentos yo no podía nacer. En ese momento mi madre se encomendó a la Virgen de los Remedios, tomó fuerzas y pude nacer. La partera me tomó en sus brazos y dijo: “es una niña”. Y mi mamá decidió ponerme Remedios en agradecimiento a la virgen.
Nací con genitales muy distintos a los de otras mujeres: tengo el clítoris grande y solo tengo un orificio en la zona genital (en lugar de dos: uretra y vagina), pero mi madre nunca me llevó al doctor por eso.
En mi infancia hubo momentos felices y momentos que no quisiera recordar.
Recuerdo que de niña me deshidrataba fácilmente y me ponían sueros. Era muy callada, siempre me sentí rara, diferente a las otras niñas. Me desarrollé muy rápido, a los 5 años me creció vello en mi pubis, entré muy rápido a la adolescencia y nunca me bajó la regla.
Al entrar a la primaria, mis compañeros se burlaban de mí, y como a los 11 años me empezó a salir vello en mi barbilla. Desde niña las personas me cuestionaban por mi apariencia, y las miradas de desprecio y curiosidad me hacían sentir confundida. Recuerdo que me decían que mi voz era “fea”, creo que por eso soy más callada.
En algunas ocasiones mi madre me ha dicho que se siente culpable porque nací con estas características, en particular porque me crece barba, pero yo le digo que no fue su culpa, que gracias a ella estoy aquí y que la amo.
Cierto día, salí a buscar respuestas a lo que me pasaba, así que fui con varios doctores, pero en ninguno encontraba respuestas. Algunos me recetaron pastillas anticonceptivas, y debido a eso me bajó mi regla alrededor de los 20 años de edad. Por último, fui con un endocrinólogo, me hizo estudios y dijo que tenía “pseudohermafroditismo”, pero no me explicó nada más y quedé más confundida. Más tarde, el doctor dijo que en una tomografía aparecía que tenía un tumor en la glándula suprarrenal izquierda y me operaron para quitarlo.
Muchas veces le pregunté a Dios el por qué había nacido con este cuerpo. Sabía que había una razón de por qué estaba pasando por esta situación.
Mi vida siguió y en algún momento decidí que quería ser monja, así que ingresé a un monasterio. Las monjas eran muy amables, pero platicando con el padre – que además era psicólogo – le comenté que mi cuerpo era diferente y que me salían vellos en mi barbilla y cara, y él me dijo: “lo que pasa es que no sabes lo que quieres, es mejor que no sigas aquí”, me dijo muchas otras cosas que me hicieron sentir incómoda, quería desaparecer de ese lugar. Así que ese mismo día decidí regresar a mi casa, y cuando llegué mi familia se alegró.
Ahora me doy cuenta que siempre he buscado a Dios, sabía que él tenía las respuestas a porqué había nacido de esta manera.
Con el tiempo, encontré un grupo de meditación, y la meditación me ayudó a sobrellevar las experiencias que viví y a ver la vida de manera diferente. También me ayudó a comprender qué vengo a este maravilloso mundo a ser feliz, a pasar esta prueba que me tocó vivir, me di cuenta que haber nacido con un cuerpo distinto me ha dejado mucho aprendizaje que me servirá para ayudar a otras personas.
Gracias a la meditación, en sueños me encontré con una persona a la que llamamos “guardián”, que es alguien que te ayuda en tu camino dandote consejos. En un sueño que tuve, mi guardián me dijo que tenía que empezar a vivir, fue un mensaje tan profundo que desperté llorando, porque era verdad, siempre había vivido con mucho miedo escondiendo lo que soy. A nadie le platicaba lo que me pasaba y como me sentía.
Gracias a ese sueño decidí seguir buscando respuestas.
Un día, mientras buscaba información sobre “pseudohermafroditismo”, vi una página web llamada Brújula Intersexual, decidí buscarles en Facebook, les encontré y mandé un mensaje. No pasó mucho tiempo y me contestaron, les conté un poco sobre mí y me enviaron historias de otras personas. Al leerlas sentí que una parte de mí estaba presente en cada historia que leía o escuchaba.
Al leer las historias me conecto con cada una de ellas, me conecto por que al igual que cada una de las personas que las escribieron, sentí ese dolor tan profundo que llega hasta el alma. También me rechazaron y siempre tenía dudas sobre lo que me pasaba, no entendía por qué otras personas me veían y me cuestionaban si era un niño o una niña… Por todo esto había decidido callar y guardar en mi interior todo lo que me lastimaba, todo aquello a lo que no había encontrado respuesta.
En Brújula Intersexual me contactaron con Laura Inter, el día que hablamos por teléfono su voz me hacía sentir mucha paz, me explicó todo con mucho amor y paciencia. También hablé con Mar Is. Un día quedamos de conocernos en persona, yo tenía mucho miedo, pero algo me decía que era el momento de cruzar esa puerta, sabía que ahí estaba la salida a la confusión en la que había vivido durante años.
Nos quedamos de ver en el jardín principal de la zona centro de una ciudad cercana. A la cita acudieron Laura y Mar. Yo estaba sentada esperándolas, y cuando vi que venían me quedé paralizada, me decía a mí misma: “ojalá no me vean”, pero llegaron directamente a donde me encontraba. La verdad tenía mucho miedo, porque era la primera vez que conocía a otras personas como yo. Llegaron, me saludaron y fuimos a un restaurante.
Empezamos a platicar, sentí mucha confianza, me sentí muy bien, fue maravilloso, era como un sueño. Desde hacía muchos años estuve deseando conocer personas como yo que me entendieran, y que me ayudaran a responder todas las preguntas que tenía. Me regalaron unas revistas de YOUth&I y El Libro Intersexual de Adiós Al Futuro.
Por todas las historias que he leído, pienso que muy probablemente la variación que tengo es Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC), ya que mi historia coincide con la de muchas personas con HSC. Eso explicaría el porqué de niña tuve esos cambios en mi cuerpo. Y gracias a las historias que leí, sé que puedo llevar una vida como la de cualquier persona.
Me he dado cuenta de que no todo fue malo en mi vida, he conocido personas maravillosas, tengo a mi familia y ahora sé que ser intersexual es algo maravilloso. Le pido perdón a mi cuerpo porque en algún momento lo rechacé solo por no entenderlo.
Hubo personas que señalaban mis diferencias y eso me causaba odio y coraje, pero al final eso me impulsó a buscar esta parte de mí que no conocía, me ayudó a buscar respuestas y sanar al entender que así tenía que ser.
En un inicio pensé que escribir mi historia sería fácil, pero me di cuenta de que al escribir se iban moviendo cosas en mi interior que no recordaba… es como un rompecabezas. Poco a poco fui uniendo las piezas de lo que soy, y aunque me causó miedo, tenía que sanar mis heridas.
Te comparto con mucho amor mi historia y recuerda que has venido a este mundo a ser feliz. Infinitas bendiciones 💗🤗🙏
hola remedios yo naci con genitales normales pero ya a los 9 años tenia vello pubico y recien menstrue a los 15 por primera vez , supongo que tengo la hsc no clasica que es una forma mas leve pero no me lo pueden confirmar los endocrinologos porque la 17 hidroxiprogesterona me da 2,78 ng apenas elevada y me tendria q hacer un estimulo con acth pero aca en argentina no existe eso y todavia estoy averiguando donde hacen el estudio genetico, es un lio vos cual tens la clasica o la tardia?
Me gustaMe gusta