En esta ocasión, me permito compartirles uno de varios pensamientos que escribí en 2011, a mis 30 años de edad, a propósito del inmenso deseo de tener la fortuna de vivir una relación de pareja, en este pensamiento también incluyo fragmentos de mi experiencia como mujer intersexual y con una discapacidad visual. Antes de leerlo sugiero que lean mi historia de vida en este enlace: De la oscuridad a la luz
Discapacidad visual e Intersexualidad: un pensamiento a mi futura pareja
Por Katia Marlene Is
Descansas en mis sueños, dulce y bella princesa de infinita y resplandeciente magia, pensamientos mezclados con sentimientos y deseos que envuelven mis sentidos. Sorprendentes sensaciones acompañadas de música celestial, con increíbles destellos que iluminan todo alrededor en colores arcoíris encendidos.
Cuanto tiempo viví en el pasado, acurrucada en medio de la nada, suspendida en el silencio, resignada a permanecer aprisionada por mis preguntas sin respuestas. Abrazada a mi almohada, como perdida en la espesura del bosque, profundamente dormida, sumergida en la tranquilidad de los segundos, los minutos y las horas.
Como escarcha de neblina que después se convierte en magia. Evaporando el hielo, sometiendo al frío, transformando la maldad en nobleza, la malicia en gentileza, a lo indeseable en imprescindible e indispensable, además de inolvidable.
Removiendo los obstáculos que a mi paso emergen derivados de mis propios desafíos, de mis retos generados de lo inexplicable, mismos que un día parecieron irremediables.
Desde la eterna obscuridad de mis ojos, comienzo a renacer, a despertar, a mis voluntades y a mis energías reestablecer.
Anhelando con vehemencia dar rienda suelta hacia mi veloz emprendida, desplegando mis alas desde la esencia de mi alma, y del profundo amor por mi misma, con dirección a la carrera de mi vida. Apenas sienta sobre mi ser los primeros rayos del sol, recibiendo por fin el cálido abrazo del amanecer, a tu lado mi preciosa mujer.
Emprenderé el vuelo siguiendo a la estrella de la mañana, atendiendo a tus llamados que, desde ya algunos meses me reaniman, me reviven, me despiertan de mis profundidades.
Frente a mi el horizonte con la majestuosa presencia del sol, el cielo abierto adornado con algodonadas nubes blancas, de pronto mi vista se abre, se descorre poco a poco ante mi todo cuanto a mi alrededor parecían tinieblas.
Gracias a ti, bella princesa de resplandeciente encanto y a tu descomunal hermosura y poder de atracción, hacia tu divina presencia.
Lo mismo que aquel sobreviviente de un accidente aéreo, quien encontrándose con angustia y con el corazón lleno de incertidumbre, en medio del desierto, casi en el último momento de perder la esperanza de encontrar el fin de la pesadilla. Eufórica y emocionada, me aproximo al encuentro de ti, mi bella princesa de infinita y resplandeciente magia.
Con el auténtico deseo de realizar, de una vez y para siempre, mi más hermoso sueño de entregarme a ti, y escribir juntas esta bella historia de amor femenino sin límite hasta el infinito.
– Katia Marlene Is, 2011