Video: 36 Revoluciones del Cambio | Sen Saifa Wall (activista intersexual)
Traducción al español: Laura Inter
Buenas tardes, Grand Rapids. ¿Cómo están hoy? Bueno, yo estoy bien.
Ok, quería hablar con ustedes esta tarde, quería tener una conversación muy íntima con ustedes, siento que esta conversación es importante, esta conversación es revolucionaria, esta conversación pudiera cambiar el mundo.
Antes de comenzar con mi charla, necesito saludar a los sobrevivientes de la tortura de John Burgess en Chicago, también envío mucho amor a los manifestantes y escritores que defienden las vidas de las personas negras y su soberanía en los EUA, bajo el lema “Black lives matter” [las vidas Negras importan].
Hoy, mientras me preparaba para mi charla, me preguntaba: ¡¿de que hablaré?! ¿de qué hablaré? Porque siento que este momento es muy trascendente, siento que definitivamente está el mundo sobre mis hombros, me sentía nervioso, me sentía asustado, me preguntaba si la gente me escucharía y me entendería. No sabía que pensar, llamé a muchos amigos, quienes son asombrosos, ¡amo a mis amigos! ¡amo a mis amigos! Todos me dijeron: “estarás bien, lo harás bien”.
Como David S. dijo previamente, había preparado algo totalmente diferente, y luego fui al ensayo y me dije: no quiero hablar de esto. Y regresé a lo que originalmente quería hablar qué es: “36 Revoluciones del Cambio”, y fue casi como si me volviera el aliento, respirar a la vida, algo que es tan simple, pero algo que es tan trascendente. Está a solo a un suspiro lo que nos impide morir.
Así que cuando busqué sobre revoluciones, vi que la definición era: un cambio repentino y trascendental en relación con una situación.
Veo al cambio como un proceso, no es un solo acto, es definitivamente un proceso, pero amo la idea de revolución, porque mucha gente piensa que la revolución es igual a: armas, esconderse, huir… y yo pienso que las revoluciones suceden cada día, cada segundo, y por eso estoy tan emocionado de vivir ahora, porque estamos en un momento de cambios trascendentales, donde las ideas están siendo compartidas, donde los paradigmas están siendo cuestionados, donde la gente está reclamando su vida, su dignidad y su libertad.
La razón por la que titulé mi charla: “36 Revoluciones del Cambio”, es porque tengo 36 años de edad, ¡no dejen que esta suave cara los engañe!, tengo 36 años de edad, estoy muy orgulloso de ello. Pero lo que hizo que me reconfortara el hecho de cumplir 36 años, es que esta fue la misma edad a la que mi mamá me dio a luz, tengo 36 años y mi mamá 72 años. De hecho, hablé con ella antes de venir hoy aquí, me dije: ¡necesito hablar con mi mamá!, porque mi mamá dice las cosas más simples; me preguntó: “¿vas a hablar frente a muchas personas?” y yo contesté: “Sí”, y ella solo dijo: “estarás bien”, y yo solo dije: “Ok, bien, gracias mamá”.
Así que estaba hablando con ella y me di cuenta de lo mucho que la amo, mi mamá y yo hemos pasado por mucho, hemos presenciado el crecimiento del otro, y nuestra relación ha cambiado en muchas maneras. Fue la primera persona que busqué por lecciones sobre como ser un ser humano, cómo tener amigos, cómo ser un buen ciudadano… y de alguna manera vi que este año es fundamental, porque por 36 años mi mamá me protegió, caminó conmigo, habló conmigo, y ahora que tiene 72 años, yo soy quien hablo con ella, camino con ella, durante los últimos años de su vida… eso me hace sentir muy triste, porque ella significa mucho para mí.
Ella me enseño las lecciones más valiosas, y una de ellas fue la autonomía corporal, me enseñó que mi cuerpo me pertenece, me enseñó sobre integridad corporal. Mi mamá es una mujer asombrosa, tiene tres hijos que nacieron con SIA, que significa Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos, es una característica intersexual que sucede a una de cada 20,000 personas. Las características intersexuales ocurren en uno de cada 1,500 a uno de cada 2,000 nacimientos.
¡Ella tuvo tres hijos con SIA! tres hijos, y cuando me dio a luz pensó: “finalmente vencí esto”, porque pensó qué, si podía tener a otro hijo que no tuviera SIA, sería victoriosa… aunque de hecho fue una bendición disfrazada.
Así que, el Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos, afecta a los fetos con cromosomas XY y su respuesta a la testosterona, así que cuando nací, nací con testículos no descendidos, y un pequeño falo. Pero debido a como la comunidad médica trata a los niños y niñas intersexuales, fui asignado niña, porque quien sea que vio mis genitales en ese entonces, no pensó que pudiera ser criado como un niño. Fui asignado niña y me llevaron a casa, tan pronto como llegué a casa, mi madre dijo que recibió muchas llamadas del hospital, insistiéndole para que me llevara al hospital a que me realizaran cirugía.
Este es el motivo por el que realizo activismo por las vidas de los niños y niñas intersexuales el día de hoy, porque esto sucede todos los días. Solo existen dos hospitales en EUA que no realizan cirugías permanentes, irreversibles y dañinas en niños y niñas intersexuales… ¡dos! ¡dos hospitales! Y los doctores no ven como estas cirugías impactan los niños y niñas.
Incluso cuando los doctores llamaban a mi madre todos los días, ella decía “no”, cada una de las veces ella decía “no, no, no”, y su intuición me salvó del daño corporal, porque ellos querían extirpar mis testículos y querían crear una vagina, esas fueron las lecciones iniciales de autonomía corporal.
Cuando crecía mi madre me dijo: “tu cuerpo es hermoso”. Mi mamá siempre me decía eso, porque era una pequeña niña y mi mamá me decía: “Oh, eres una niña hermosa”, y yo pensaba: “¡Aah, no soy una niña!”. Y ella me decía: “eres tan hermosa”, pero lo reforzaba mucho, reforzaba que este cuerpo intersexual, este cuerpo negro, este cuerpo intersexual, es hermoso; cuando el mundo me decía, y después aprendería que el mundo me diría, que este cuerpo no era valioso y que este cuerpo no era hermoso… mi mamá me decía lo contrario.
Así que tomé esas lecciones, invité esas lecciones, incluso cuando estaba cursando la escuela secundaria, después la preparatoria… y déjenme decirles algo acerca de la escuela secundaria: ¡los niños pueden ser crueles!, los niños pueden ser crueles… ¡fueron crueles conmigo!… Así que fueron crueles conmigo, pero en el fondo de mi ser tenía la resiliencia que mi mamá me había dado. Así que fue con esas lecciones, esas lecciones que me había enseñado, adopté esas lecciones incluso aunque mis testículos habían sido extirpados cuando tenía 13 años, incluso aunque me administraban estrógenos y Provera, incluso aunque recibí “apoyo psicosocial” de psiquiatras que querían reforzar mi identidad de género como mujer, continué resistiendo… continué resistiendo porque eso es lo que siempre había conocido, soy un rebelde, lo dije, soy un rebelde. Así, dejé mi casa a los 18 años y dejé de tomar estrógenos cuando viajé al extranjero… bueno, incluso antes de viajar al extranjero… me vestí tal y como quería, porque fui a escuelas católicas solo para niñas y usé falda todos los días ¡incluso cuando hacía frío! ¡en Nueva York! ¡en el frío!… fue lo peor.
Así que seguía resistiendo, cuando tenía 25 años decidí que ya no quería seguir viviendo como mujer. Comencé a tomar testosterona, y aunque no sabía lo que me haría la testosterona, se sentía bien, porque comencé a aceptar mi género masculino. Tengo una buena amiga, su nombre es Suzie Tamar-Mattis, y dice que tienes que poner a las personas en el ambiente hormonal en el que se sientan cómodas, y no podría estar más de acuerdo.
Me sometí a una mastectomía, creo que fue a los 26 o 27 años, y decidí vivir la vida que siempre quise vivir… y esto es lo que considero autonomía corporal, que yo pueda elegir el curso de mi vida, que pueda vivir la vida que quiero vivir, que pueda vivir… ¡vivir en mi piel! Vivir en mi piel y sentirme bien.
Ha habido muchos discursos últimamente acerca de las personas intersexuales. ¿Quién de ustedes a leído el libro Middlesex?… Necesitan leerlo más, debería haber más manos arriba… es un gran libro, es de Jeffrey Eugenides. Lo leí y me identifiqué mucho, me trajo muchas cosas, pero lo que probablemente fue más poderoso, fue que este libro fue escrito por alguien que no es intersexual. Muchos bioeticistas, y otras personas, hablan sobre nosotrxs, pero históricamente no se nos ha dado la oportunidad de contar nuestras propias historias… esto es lo que hace que el trabajo de ISNA, la Intersex Society of Noth America, sea tan fundamental. Cheryl Chase, ahora Bo Laurent, realmente dio un paso adelante junto con otras personas, y dijo: “estos son nuestros cuerpos, estas son nuestras experiencias”.
Así que estoy parado aquí gracias a pioneros que dijeron: “estamos aquí, existimos, y estamos avanzando”, estoy aquí no solo gracias a mis ancestros afroamericanos, sino gracias a personas como Hida Viloria, Mauro Cabral y Tamar-Mattis, quien no es intersexual pero sí una activista asombrosa, Pidgeon Pagonis, Jim Ambrose… Estoy aquí gracias a aquellas personas que han arriesgado sus vidas para decir que somos valiosxs, nuestras vidas tienen significado.
Por eso pienso que es tan importante que contemos nuestras historias, que contemos nuestras historias de una manera digna. Hoy, estoy parado ante ustedes contando esta historia, porque es una historia que necesita ser contada, y es importante. Pienso que mientras las personas sigan avanzando, como hoy cuando ustedes partan, investiguen que significa ser intersexual… que me hablen, porque esta corbata de moño [transparente], es para dar a entender que estoy abierto a hablar con otras personas… esta corbata está diciendo: “hablen conmigo, estoy listo para que me hablen”.
Pienso que algunas veces cuando las personas piensan en alianzas, cuando las personas piensan en solidaridad, dicen: “¿qué puedo hacer?”, y yo les digo que el tema de los derechos intersex, es un tema de derechos de los niños y niñas… lo que me gusta decir es que hay una posibilidad de que las mujeres desarrollen cáncer de seno, pero no vamos por ahí haciendo mastectomías a las mujeres; así que es lo mismo para los niños y niñas intersexuales, solo porque exista un riesgo potencial de desarrollar cáncer, o cualquier otra de las excusas que utilizan, eso no le da a las personas el derecho de esterilizar a los niños y niñas intersexuales.
Para poder ser una persona aliada, piensa que quieres hacer, eso no requiere una manera de pensar sofisticada, mi mamá no cuenta con un lenguaje y discurso sofisticado, pero tiene sentido común, y eso es todo lo que se necesita: sentido común.
Estoy seguro qué, todos ustedes, están en este auditorio porque tienen algún nivel de sentido común, y creo que es todo lo que se requiere para ser un activista, para ser un aliado y para defender no solo la autonomía corporal, sino también la integridad corporal, y aunque cuento con 18 minutos [para esta charla], creo que este es un buen momento para cerrar, así que gracias por escucharme y tengan una excelente tarde.