Me enteré qué soy intersexual, hasta que hice una película sobre un personaje intersexual
Por River Gallo
Descubrí el término “intersexual” mientras trabajaba en Ponyboi, una película acerca de un Latinx intersexual que es fugitivo y trabajador sexual.
Traducción: Laura Inter del artículo “I Didn’t Know I Was Intersex — Until I Made a Film About an Intersex Character” de River Gallo.
Fuente: https://www.them.us/story/intersex-identity-film-ponyboi

Sentado con mi hermano y con mi hermana mayores, en el asiento trasero del automóvil Toyota SUV de mis padres, observaba a mi madre aplicarse su máscara de pestañas en el asiento del copiloto, mientras mi padre conducía en silencio. Siempre me había maravillado la forma en que se maquillaba en el carro; su practicidad y glamur. Pero ese día, noté que sus manos, generalmente firmes, temblaban. Estábamos camino a una cita con el doctor que cambiaría el curso de mi vida tal como la había conocido – era un niño gordito de 12 años de Jersey.
Mi familia y yo nos sentamos inmóviles en las sillas del cuarto de espera. Era una reunión extraña – era el único que tenía cita, así que no entendía porqué mis padres llevaron a toda la familia conmigo al doctor. Mi salud era perfecta, salvo por el nudo que se estaba formando en mi garganta.
“No tenías testículos al nacer”, confesó mi doctor en una sala de examen que apestaba a aromatizante. Se me revolvió el estómago. Miré a mis padres para confirmar: ¿habla en serio? Estaban sentados en una esquina de la sala, se veían tristes. Mi madre tenía la cara en el hombro de mi padre, escondiendo sus ojos llenos de lágrimas y con el maquillaje corrido. El doctor me dijo que inmediatamente comenzaría a administrarme inyecciones de testosterona, para que pudiera comenzar la pubertad. Como parte de mi “plan de tratamiento”, me informó que, en pocos años, cuando cumpliera 16, sería sometido a cirugía plástica para implantar testículos protésicos en mi escroto vacío. Me aseguró que con el tiempo me vería y sentiría como un hombre normal. No tuve voz ni voto en nada de esto.
Estaba devastado – enojado con mis padres por mantener esto en secreto, y enojado con mi doctor por su forma clínica de revelar la verdad acerca de mi cuerpo, sin mencionar como esto podría afectarme psicológicamente, ni recursos para ayudarme a procesar adecuadamente esta nueva información. En retrospectiva, la parte más impactante de esta cita fue que mi doctor no me dijo que había otras personas como yo: personas que nacen con una anatomía sexual y/o reproductiva que no se ajusta a las típicas definiciones de lo femenino o masculino.
No me dijo que soy intersexual.
A partir de ese momento, mi cuerpo fue constantemente cosificado y expuesto por la comunidad médica. No puedo contar cuantas veces tuve que desnudarme para ser examinado por los doctores. Cuando tenía 13 años, un doctor trajo un grupo de sus estudiantes de medicina a que me examinaran. Cada uno de ellos tomó fotografías de mi cuerpo sin mi consentimiento.
Experiencias como la mía, son comunes para las personas intersexuales alrededor del mundo. Los vulnerables y asustados padres, siguen estrictamente las órdenes de los doctores de “normalizar” nuestros cuerpos con cirugías innecesarias – eliminando o añadiendo a nuestras anatomías naturales, e inyectándonos con hormonas “correctivas” sin consultarnos sobre como nos identificamos o como nos sentimos. Fallan en entender que el género, sexo y sexualidad ocurren en un espectro. Además, los doctores perpetúan la idea falsa de que “nadie es como nosotros”, – que no somos normales – manteniéndonos en ciclos de vergüenza e inmensa soledad. De hecho, una de cada 1500 a una de cada 2000 personas son intersexuales – es tan común como ser pelirrojo. Estadísticamente, es probable que haya alguien en tu comunidad que sea intersexual, pero es posible que tenga demasiado miedo para hacerlo público (y es comprensible).
No fue sino hasta el año pasado, mientras investigaba para mi película Ponyboi – acerca de un Latinx intersexual que es fugitivo y trabajador sexual – que descubrí que el término intersexual existía. Al escribir la película, sabía que quería la causa primordial del abuso que experimenta el personaje principal, así como el sufrimiento resultante de la falta de aceptación de su cuerpo “anormal”. Tuve el repentino impulso de googlear mi condición mientras escribía, preguntándome si había nueva información disponible en línea para informarme sobre mi personaje. Como si fuera mi destino, encontré una parte crucial sobre quien soy que se reflejaba a mí mediante un video de BuzzFeed, en el que aparecía lx activista intersexual Pidgeon hablando acerca de ser intersexual. Después, un artículo de Vogue acerca de la supermodelo Hanne Gaby Odiele en el que salía a la luz como intersexual. ¡Oh, rayos! Pensé tambaleándome de la emoción. Esto no es solo algo de lo que las personas están hablando abiertamente, sino algo que ¡orgullosamente poseen como su identidad! Por primera vez, sentí una oleada palpable de amor y orgullo por mi cuerpo.
Como actor y cineasta, creo arte confesional que celebra los secretos y exorciza la vergüenza; hago un arte que aborda la política de la personalidad a través de narrativas de mis propios conflictos personales. Antes del último año, solo mi familia y amigos cercanos sabían sobre mi condición intersexual. Para mí, era una extraña anormalidad médica que estaba separada de lo que yo creía que era. Sin embargo, poseer públicamente mi cuerpo intersexual, me a llenado de una nueva sensación de activismo y propósito.
Como existe muy poca representación de personas intersexuales en los medios de comunicación, Ponyboi – con la producción ejecutiva de Stephen Fry y Emma Thompson – será la primera película narrativa en la historia del cine, dirigida y protagonizada por una persona intersexual. Espero que la película logre grandes avances en la promoción de la visibilidad intersex a escala internacional, proporcionando un medio para sanar a las personas intersexuales, que verán sus propias experiencias reflejadas en la pantalla, y también diseminando empatía hacia las personas intersexuales dentro de la comunidad LGBTQ+ y más allá.
He llegado a comprender que, dado que no puedo tener hijos biológicos, las historias que comparto en mis películas y mi arte, son el linaje que transmitiré. Mis proyectos son mis bebés, por decirlo de alguna manera. Es importante para mí que encuentren su camino a los corazones de las personas – forasteros, inadaptados, queer – que se sienten aislados como yo cuando crecía. Nadie nunca debería sentirse avergonzado por la manera como nació, y mi misión es solucionar eso.