Realizar cirugías para «corregir» a lxs niñxs intersexuales es inhumano y equivocado
Por Diana Tourjee (Broadly)
Traducción: Laura Inter del artículo “Performing Surgeries to ‘Correct’ Intersex Children Is Inhumane and Wrong” de Diana Tourjee

A la luz de un reciente informe de Human Rights Watch y de la organización de activismo intersexual InterACT, que pide la prohibición de las cirugías «correctivas», Broadly habló con adultxs intersexuales acerca de cómo fue ser operados sin su consentimiento.
Taylor Lianne Chandler es una mujer intersexual que sufrió una cirugía innecesaria cuando era una niña. Fue asignada varón al nacer, pero tenía un cuerpo que no se ajustaba a los estándares de la apariencia que se espera de los cuerpos masculinos. Se suponía que los procedimientos “corregirían” a Chandler, pero nunca hubo nada malo con ella.
Es frecuente que lxs niñxs intersexuales sean forzados por sus padres, o por los médicos, a someterse a procedimientos que no entienden ni consienten. Chandler describió el trauma de una niñez la cual pasó preguntándose porqué necesitaba tantas cirugías, y la “confusión interna” que esta experiencia le causó. “Me hicieron sentir que algo estaba mal conmigo y que esto era mi culpa”, dijo Chandler a Broadly. Más tarde en su vida, Chandler eligió deshacer lo que le habían hecho, pero lo describe como “una pesadilla de cirugías para poder retroceder”.
Mo Cortez, tuvo una niñez similar, confusa y traumatizante. Los doctores le dijeron a su madre que lo criara como una niña, y así lo hizo – incluso cuando Cortez siempre supo que no lo era. No fue hasta que Cortez tenía cinco años de edad, y viajó a Dallas para recibir lo que dijo fueron cirugías “normalizadoras”, que comenzó a sentir como si algo estuviera mal. “El día de la cirugía, cuando me desperté a mis cinco años de edad y levanté la manta que me cubría, y vi las puntadas y la gran X roja – esto me dijo inmediatamente que mi cuerpo en su ser natural, era algo monstruoso y necesitaba ser corregido”, dijo a Broadly. Al igual que Chandler, él también tuvo que encontrar su propio camino, después de años de haber estado tan desconectado de su cuerpo.
Un informe conjunto de Human Rights Watch y la organización de activismo intersexual InterACT, describe los efectos devastadores que tiene la cirugía innecesaria en lxs niñxs intersexuales, y pide la prohibición de esta práctica que sorprendentemente prevalece. El informe estima que cerca del 2% de los bebés son intersexuales, y “alrededor de 1 de cada 2,000 bebés, es lo suficientemente diferente como para que los doctores puedan recomendar la intervención quirúrgica, para hacer que sus cuerpos tengan una apariencia más cercana al estereotipo de los modelos binarios de los cuerpos masculinos y femeninos.

Unx niñx puede nacer con las características sexuales externas de una niña, y aún así tener gónadas no descendidas (también llamadas genitales masculinos). Debido a que esta combinación de partes del cuerpo se considera contradictoria y socialmente problemática, se realizan procedimientos invasivos para “corregir” y “normalizar” a niñxs que son perfectamente saludables. “Mi vagina fue cerrada [quirúrgicamente] y fui asignada varón al nacer”, dijo Chandler. Hasta que tenía tres años de edad, Chandler fue “forzada” a vivir como un niño. Pero, dijo, “tan pronto como pude caminar y hablar, me identifiqué como mujer”.
“Cuando era adolescente, me forzaron a someterme a una doble mastectomía”.
Su juventud fue una serie de cirugías que tenían la intención de cambiar su cuerpo. Fue reasignada mujer cuando aún era menor de edad, y su nombre legal fue cambiado. “Alrededor de los 20 años de edad, tuve múltiples cirugías y continuas complicaciones de esas cirugías para ser corregida a ser solo anatómicamente femenina”, dijo.
Koomah evitó el bisturí cuando era niñx – pero su infancia estuvo contaminada por la institución médica, que no aceptó su cuerpo tal cual era. “Fui sometidx a continuas revisiones genitales (frecuentemente atadx a una mesa de exploración, y algunas veces mientras estaba sedadx) y a fotografías médicas”, dijo a Broadly. “Cuando era adolescente, me forzaron a someterme a una doble mastectomía”.
“Lxs niñxs intersexuales pueden tener secuelas psicológicas de por vida”, dijo Koomah. “Algunas investigaciones han encontrado que lxs niñxs intersexuales que han sido sometidxs a constantes revisiones genitales, y a fotografías médicas de sus cuerpos, tienen traumas emocionales y psicológicos similares a los de los sobrevivientes de abuso sexual en la infancia”.
Un creciente grupo de investigaciones, opiniones de profesionales, y las fuertes voces de personas intersexuales como Chandler, han dejado claro que las cirugías correctivas innecesarias en niñxs intersexuales, pueden tener efectos devastadores en sus vidas. Koomah cree que esas “cirugías son inherentemente sexistas”, explica que es frecuente los médicos consideren la futura deseabilidad sexual de los genitales de alguien, cuando se trata de decidir si realizar las cirugías o no. “Los procedimientos quirúrgicos se realizan por miedo a lo no binario; por miedo a los cuerpos no binarios y a los géneros no binarios”, explica. “La amenaza de las burlas parece ser mucho menos traumática que el trauma y continuos abusos médicos que enfrentan muchas personas intersexuales”.
“Existen cicatrices, complicaciones, dificultades al orinar”, dijo Chandler, describiendo solo algunas de las secuelas físicas de las cirugías, las cuales sigue sufriendo aún después de haber pasado años. Más allá de eso, hay una serie de problemas psicológicos y estigma social con los que se tiene que lidiar. “Como adulta elegí no compartir mi pasado”, explicó Chandler. Vivía con un secreto que la hacía sentir menos importante que otras personas. No fue hasta que los medios de comunicación sensacionalistas sacaron a la luz a Chandler, después de su supuesta relación con el nadador olímpico Michael Phelps, que fue forzada a confrontar públicamente lo que le había sucedido. “Cuando me sacaron a la luz los medios sensacionalistas, quería morir”.
“No tienen forma de saber cómo se identifica lx niñx al nacer”.
Activistas y personas intersexuales quieren que estas cirugías se detengan – para permitir un entendimiento más amplio del cuerpo humano en lo que respecta al sexo. “Si no encajas convenientemente en los roles [de género binario], [los doctores] sienten la necesidad de forzar la mutilación genital, de forzarte para encajar antes de que siquiera tengas voz”, dijo Chandler. “Esto es algo desagradable y está mal”.
“No tienen forma de saber cómo se identifica lx niñx al nacer”, explica. “Es mejor dejar todo en paz y permitir que lx niñx decida si está cómodo permaneciendo con su cuerpo intersexual, o si prefiere un género u otro… Yo nací intersexual”.
“Los cuerpos intersexuales son variaciones naturales; nuestros cuerpos merecen respeto no mutilación”, dijo Koomah. Mi cuerpo y genitales intersexuales únicos con maravillosos”.
En un video para Human Rights Watch, la activista intersexual Pidgeon Pagonis compartió lo devastador que es haber sido operado sin tu consentimiento: “Desearía que mis padres hubieran sabido que crecería y que no hubiera querido que esto me hubiera pasado”, dijo.