Las personas intersexuales han llamado a la acción. Es momento de escuchar.
Por Simon Copland
Traducción: Laura Inter del artículo “Intersex people have called for action. It’s time to listen” de Simon Copland

La comunidad queer en general, tiene que tomarse seriamente el luchar con, y para, las personas intersexuales, escribió Simon Copland.
A principios de marzo, más de 20 activistas intersexuales de Australia y Aotearoa/Nueva Zelanda, se reunieron para un retiro pionero en Darlington, Sídney. La reunión, primera en su tipo, produjo una declaración sobre las metas en la política para las personas intersexuales en los dos países, una que tienen que escuchar tanto las personas queer, como lxs aliadxs.
La Declaración de Darlington, presenta demandas políticas de una gama de áreas clave, que incluyen: salud, clasificación por sexo, matrimonio, y legislación antidiscriminación.
Principalmente se centra en la continua práctica de las cirugías de normalización que enfrentan las personas intersexuales. La declaración contiene una demanda inequívoca para la “prohibición inmediata de las intervenciones que puedan ser pospuestas, y que estas sean consideradas un acto criminal, incluyendo las intervenciones quirúrgicas y hormonales, que alteren las características sexuales de bebés y niñxs sin el consentimiento de la persona”. Esta demanda sigue al ‘caso Carla’ de Australia el año pasado [español], en el que el Tribunal Familiar de Australia declaró que los padres podían autorizar la esterilización de una niña de 5 años de edad, a pesar de que la evidencia médica no apoya esta decisión.
El otro enfoque clave del documento, es la continua práctica del género oficial y la clasificación de sexo/género, lo que el documento argumenta que son “sostenidos por la violencia estructural”. Contrario a lo que establecen muchas políticas actuales, la Declaración de Darlington argumenta que “los intentos de clasificar a las personas intersexuales como un tercer sexo/género, no respetan nuestra diversidad o derecho a la autodeterminación”. En cambio, la Declaración propone una serie de medidas potencialmente radicales, con la meta final de que se elimine el sexo y género de los certificados de nacimiento y otros documentos de identificación. Mientras existan las actuales clasificaciones, la declaración sostiene que la asignación de sexo/género, debe ser considerada como ‘provisional’, pero que se dé la oportunidad a las personas de poder cambiar su clasificación “mediante un simple procedimiento administrativo”.
Más allá de estos dos importantes puntos, la Declaración de Darlington también discute una serie de otros asuntos clave, incluyendo protección legislativa contra la discriminación y las prácticas dañinas que tengan como base las características sexuales, y una disculpa oficial e indemnización de parte del gobierno estatal y federal por el tratamiento a personas que nacen con variaciones en las características sexuales.
La Declaración de Darlington, representa la primera plataforma política integral para las personas intersexuales en Australia y Aotearoa/Nueva Zelanda. Al hacerlo, es un documento esencial para una comunidad cuya continua discriminación y opresión, finalmente está empezando a recibir algún tipo de reconocimiento y acción internacional.
Sin embargo, para el resto de nosotros, la cuestión es si escucharemos. Mientras que las personas intersexuales hace mucho entraron al ‘acrónimo LGBTIQ’, las discusiones alrededor de las cuestiones intersexuales han permanecido en gran parte invisibilizadas, con niñxs pequeñxs que continúan enfrentando intervenciones médicas intrusivas e innecesarias. De manera simultánea, los debates sobre las clasificaciones sexuales y de género, a menudo han ignorado las voces de las personas intersexuales, particularmente en lo que respecta a los desafíos detrás de legislaciones que prevén clasificaciones de un tercer género en los certificados de nacimiento y otros documentos oficiales.
Esta realidad ha sido observada en la propia Declaración de Darlington. El documento dice:
“La intersexualidad es distinta de otras situaciones. Pedimos a los aliados que activamente reconozcan nuestras distinciones, y la diversidad dentro de nuestras comunidades, que apoyen nuestras demandas de derechos humanos y respeten el movimiento intersexual de derechos humanos, sin tokenismo, ni instrumentalización, o utilizando los asuntos intersexuales como medio para otros fines. “Nada sobre nosotrxs sin nosotrxs”.”
Este es el reto al que finalmente nos enfrentamos ahora como comunidad queer en general. La Declaración de Darlington no solo es una plataforma de políticas, sino también un llamado si es que queremos incluir a las personas intersexuales en una política queer más general, debemos ser serios acerca de luchar con, y para, las personas intersexuales.