La aproximación de la comunidad médica a las personas intersexuales aún se enfoca principalmente en cirugías “normalizadoras”
Por Simon Copland
Traducción: Laura Inter del artículo “The medical community’s approach to intersex people is still primarily focused on ‘normalising’ surgeries” de Simon Copland
La semana pasada, los detalles de una decisión del Tribunal Familiar para aprobar una cirugía de asignación de género en una niña intersexual de 5 años de edad, fueron difundidos públicamente. La decisión evidencia un problema de derechos humanos en Australia que en gran medida ha pasado inadvertido – las cirugías y esterilizaciones forzadas de personas intersexuales.
Cuando era un bebé, ‘Carla’, que es genéticamente masculina pero nació con genitales que “se parecen a los femeninos”, fue sometida a cirugía para “reforzar la apariencia de sus genitales femeninos”. Ahora de 5 años, los padres de Carla acudieron al Tribunal Familiar para aprobar una cirugía más compleja que consiste en extirpar las gónadas de la niña.
El tribunal escuchó múltiples justificaciones para la cirugía, incluyendo un incremento en las posibilidades de un riesgo de cáncer, y que Carla “disfruta juguetes y colores que son típicamente femeninos, por ejemplo, tiene cortinas rosas, una colcha y un camper de Barbie, collares, brillo de labios y hadas”.
El caso de Carla no es poco común. Las investigaciones sugieren que al menos el 60% de las personas intersexuales han sido sometidas a alguna forma de intervención médica basada en las características sexuales, y la mitad de los procedimientos han sido realizados antes de los 18 años de edad.
SBS habló con Alex David, que fue sometido a su primera cirugía de asignación de género cuando era un bebé, donde los doctores extirparon sus gónadas internas. Al mismo tiempo, dice Alex, los doctores también querían “cortar todas las partes sensibles”, pero su madre los detuvo.
“La siguiente cirugía a la que fui sometida fue a los siete años de edad, y consistió en meter todo y esencialmente hacer una vagina, pero una hecha por el hombre,” explica Alex.
No fue hasta que Alex tenía diecisiete años de edad, que descubrió que tenía una variación intersexual. Esto produjo una angustia mental significativa, Alex se vio obligada a encontrar formas de lidiar con la manera en la que fue tratada, cabe comentar que algunas veces ella describe sus cirugías de manera impersonal, porque así es como su cerebro “se las arregla”.
Recomendamos leer: ‘Curar’ la intersexualidad es perjudicial y común, por Morgan Carpenter.
La historia de Bonnie Hart es similar, Bonnie fue sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas, incluyendo una cirugía para extirpar sus testículos, terapia de reemplazo hormonal y un proceso de dilatación vaginal que comenzó a los trece años de edad. Bonnie dice que esto tuvo consecuencias a largo plazo, cabe notar que aunque ella había firmado un consentimiento para los procedimientos, “no dio su consentimiento por la vida que terminó teniendo como resultado de esto”.
“Ahora tengo complicaciones de salud que son el efecto directo de los tratamientos que recibí debido a mi variación intersexual,” continua. “Tuve que tomar terapias de reemplazo hormonal y luego hay problemas indirectos de salud mental que han venido junto con esto.”
Morgan Carpenter, copresidente de la Organización Internacional Intersexual Australia, explica que las intervenciones como las experimentadas por Carla, Alex y Bonnie, tienen una larga historia. En un artículo para Reproductive Health Matters, argumenta que las intervenciones médicas son una forma de forzar a las personas intersexuales a cumplir con normas sociales. Los actuales protocolos médicos para el manejo pediátrico de la intersexualidad, fueron establecidos en la declaración del “consenso” de Chicago de 2006. La declaración enmarca la intersexualidad como un ‘trastorno/desorden del desarrollo sexual’, y Carpenter hace notar que este recomienda “intervenciones para minimizar la ‘angustia y preocupación familiar’,” así como “los riesgos de estigmatización y confusión en la identidad de género”, y sugiere que los procedimientos quirúrgicos “facilitarán el vínculo parental”.
Esto se siente en un nivel personal. Bonnie dice que se sentía como si hubiera “estado en un entrenamiento sexual heteronormativo desde una edad muy temprana, demasiado joven.”
Continúa diciendo: “Creo que muchas de estas cirugías suceden para justificar el estigma social o como resultado de un miedo a la diferencia. Hay razones sociales por las que suceden estas cirugías. Y no ofrecen soluciones sociales, ofrecen soluciones quirúrgicas. Eso no es justo para la persona intersexual. Esto significa poner toda la responsabilidad en ese individuo.”
Recomendamos leer el artículo: Como es que las personas intersexuales aún son perjudicadas por las cirugías innecesarias
Bonnie hace notar la manera en la cual esto difiere de otras prácticas médicas, diciendo: “Existe una paradoja acerca de la mutilación genital femenina que no es legal en Australia, y los muchos hospitales que no hacen circuncisiones religiosas o de rutina debido al miedo a la indemnización. Aun así la mutilación genital intersexual o las cirugías intersexuales en general aún siguen ocurriendo.”
Son estas consecuencias personales las que han causado molestia en relación al caso de Carla, y ahora lentamente están forzando un cambio.
En 2013, la Investigación del Senado, hizo una lista de 13 recomendaciones al Gobierno Federal para reducir la prevalencia de las cirugías normalizadoras, y para incrementar la responsabilidad cuando estas cirugías ocurren. A pesar de la unanimidad de estas recomendaciones, en 2015 el Gobierno se reusó a implementarlas.
Sin embargo, los movimientos internacionales están en marcha. Coincidiendo con el Día de la Visibilidad Intersexual en octubre de este año, las Naciones Unidas publicaron una poderosa declaración sobre los derechos humanos intersexuales, exigiendo que los estados “de manera urgente, prohíban las cirugías y procedimientos médicamente innecesarios en niños(as) intersexuales.”
A principios de este año, el Comisionado de Derechos Humanos de Australia (CDHA) –Ed Santow- también declaró que el terminar con la esterilización forzada y coercitiva de las personas intersexuales, será una de sus principales prioridades. Después de identificar las prácticas médicas actuales, Santow dijo a la SBS que el CDHA trabajaría para implementar un modelo nacional consistente:
“La Comisión desarrollará un modelo de mejores prácticas, que las jurisdicciones podrán implementar para asegurar que las decisiones acerca de las intervenciones médicas que involucren a personas con variaciones intersexuales, estén alineadas con los derechos humanos,” dijo, añadiendo que “el modelo será fundamentado por las mejores prácticas internacionales y orientación proporcionada por expertos internacionales y por los organismos de tratados y agencias de la ONU, así como las aportaciones de personas en la comunidad australiana que cuentan con la experiencia de vida en estos temas.”
En la búsqueda de un cambio, los activistas están luchando por un principio básico: el derecho a la autonomía corporal. Las personas no deben ser forzadas a modificar sus cuerpos para ajustarse a las normas sociales. Como dijo Janet Rice, senadora del partido político Greens: el amor al rosa no es justificación para la cirugía de asignación de género’.
[…] se centra en la continua práctica de las cirugías de normalización que enfrentan las personas intersexuales. La declaración contiene una demanda inequívoca para la “prohibición inmediata de las […]
Me gustaMe gusta