El Derecho a no ser mutilado: Las personas intersexuales y la búsqueda de justicia. Por Arvind Narrain

El Derecho a no ser mutilado: Las personas intersexuales y la búsqueda de justicia

Por Arvind Narrain

Fecha de publicación: 14 de octubre de 2015

Traducción de Laura Inter del artículo “The Right Not To Be Mutilated: Intersex People and The Quest For Justice” de Arvind Narrain.

Fuente: http://jurist.org/hotline/2015/10/arvind-narrain-intersex-justice.php

El columnista invitado de JURIST Arvind Narrain de ARC Internacional discute los problemas con la asignación de un género a un niñx nacido intersexual…

doctores

WikiMedia (Capt. David Murphy USAF)

El reconocimiento internacional de la diversidad sexual y de género, ha crecido desde la protección de la orientación sexual (Toonen v. Australia) a la protección de la identidad de género (Resolución del Consejo de Derechos Humanos en 2011) a un reconocimiento emergente del estado intersexual.

En la 30va Sesión del Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos – en el transcurso de un apasionado discurso, en el cual también explicó los desafíos que enfrenta el mundo en la guerra en Siria, así como la situación en Palestina, Sri Lanka, Eritrea, entre otros – optó por hacer hincapié en las violaciones de derechos humanos perpetradas en razón del estado intersexual.

Como el Alto Comisionado dijo:

“Muy pocos de nosotros estamos conscientes de las violaciones específicas de derechos humanos que enfrentan millones de personas intersexuales. Debido a que sus cuerpos no se ajustan a las definiciones típicas de masculino o femenino, los niñxs y adultos intersexuales, son frecuentemente sometidos a esterilización forzada y otras cirugías innecesarias e irreversibles, y sufren discriminación en las escuelas, lugares de trabajo y otros entornos.”

La oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos,  organizó una reunión de expertos de dos días específicamente para terminar con las violaciones de derechos humanos contra las personas intersexuales, por lo que, de manera inequívoca, afirmó que las personas intersexuales tienen su especificidad y no son solamente un complemento en los temas relacionados a la comunidad LGBT.

La intersexualidad es un término paraguas, que incluye personas con variaciones en las características sexuales, en lugar de un solo tipo en específico. Aunque las variaciones en las características sexuales son naturales, las culturas humanas tratan esta diversidad natural como un problema. Dentro de la sociedad humana, esta diversidad natural en las características sexuales es forzada a encajar en el binario de género masculino o femenino. Es imperativo de la sociedad humana, tratar la diversidad sexual como un problema, lo que se convierte en la causa raíz de gran sufrimiento, impuesto por la sociedad en aquellxs cuyas características sexuales no se conforman en las nociones rígidas de hombre y mujer.

Aquellxs que caen fuera del binario masculino y femenino, son clasificados dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) como si  sufrieran de una forma de patología, Una vez que una persona es clasificada como sufriendo de alguna patología, la ruta para la intervención médica se abre. El problema clave que es enfrentado en los países alrededor del mundo, es que los doctores dicen a los padres de niñxs con características sexuales diversas, que sus hijxs requieren cirugía a fin de que puedan encajar en un sexo específico. Frecuentemente, los padres tienen muy poco conocimiento e información acerca de si la cirugía es una necesidad médica. Los padres están convencidos de que la cirugía es necesaria por razones tanto médicas como psicosociales. Frecuentemente los padres creen que los doctores saben lo que hacen y terminan dando su consentimiento a una cirugía, que a menudo es médicamente innecesaria.

Aunque la cirugía no sea una necesidad médica, los doctores aún la justifican como un problema psicosocial. Sin embargo, ha sido expuesto, por activistas intersexuales, que esto no es más que el malestar social debido a la falta de solidez en el género. Lxs activistas intersexuales demuestran que, someter a lxs niñxs a mutilación genital – la cual es considerada como tortura por el Relator Especial sobre la Tortura de la ONU– para que la sociedad no se sienta desconcertada, causa un sufrimiento desmesurado, que se inflige en niñxs nacidos con la condición intersexual.

Como la documentación que ha ido emergiendo ha mostrado, esta cirugía tiene consecuencias a largo plazo en el niñx. Una persona intersexual describe las consecuencias de la cirugía,

“Resultan en daño físico y psicológico, tales como bochornos, depresión, trastornos del sueño, la desaparición de mi sexualidad y mi capacidad reproductiva… Los genitales masculinos reconstruidos quirúrgicamente, han causado daño irreversible, como infecciones urinarias crónicas, trastornos en la micción, forma y cicatrices. Estas intervenciones han hecho que pierda mi sentimiento innato de pertenecer a un sexo y todo comportamiento sexual.”

Los estudios también han demostrado que el sexo asignado al nacer por el doctor, frecuentemente es equivocado, y la persona que ya ha sido sometida a cirugía, ha sido asignada a un sexo el cual no está en concordancia con el género al que la persona siente pertenecer.

Los activistas intersexuales, han equiparado la cirugía con una forma de mutilación genital, la cual es profundamente invasiva y destructiva de la integridad corporal y psicológica.

Teniendo en cuenta todo el dolor y trauma que causa la cirugía, la pregunta es ¿Porque todavía es tan frecuente? La respuesta tiene que ver en parte con que la profesión médica, tiene un código de conocimiento que aún elige ver a la variación intersexual como patológica y, por lo tanto, el tratamiento de convierte en la primera opción. También tiene que ver con la arraigada creencia social de un género fijo en la sociedad y cultura.

La solución, que los activistas intersexuales han estado defendiendo, es una ley en los términos de la legislación pionera de Malta, la cual inequívocamente se opone a la cirugía médicamente innecesaria y protege el derecho a la integridad corporal y autonomía física. Esta ley prohíbe el tratamiento de asignación sexual y/o intervención quirúrgica en las características sexuales de un menor de edad, cuando el tratamiento y/o intervención pueda ser diferido hasta que la persona a ser tratada pueda proporcionar su consentimiento informado.

El objetivo de la legislación maltesa, es que el niñx es la persona más adecuada para tomar una decisión sobre la intervención quirúrgica, una vez que tenga la edad y la madurez suficientes para tomar una decisión informada. Esta inequívocamente afirma que sustituir la toma de decisiones y que estas sean hechas por los padres y doctores, no es una opción cuando se trata de cirugía médicamente innecesaria. La ley maltesa privilegia el derecho del niñx a participar en una decisión que le afecta directamente (http://www.ohchr.org/en/professionalinterest/pages/crc.aspx) sobre el derecho de los padres y los profesionales médicos a decidir que hacer en el mejor interés del niñx (Artículo 3 de la CDN). El problema es cuando se entiende “el mejor interés” como uno determinado por los padres, lo cual es ignorado por la legislación maltesa que justamente da peso al derecho del niñx a decidir sobre las cuestiones relativas a su integridad corporal.

Cuando se trata de prohibir la mutilación genital realizada en niñxs intersexuales, el mundo aún tiene un largo camino que recorrer. Lo relativo a la mutilación intersexual, ni siquiera ha sido reconocido como una violación de derechos en la mayor parte del mundo.

Aunque que la mutilación genital y la profunda violación de la integridad corporal deberían ser legalmente prohibidas alrededor del mundo, y los códigos médicos que clasifican la variación intersexual como una forma de trastorno o patología deberían ser cambiados, eso por si mismo no es suficiente. Fundamentalmente, el imaginario cultural de la diversidad corporal, necesita cambiar, y la sociedad y cultura necesitan aceptar que la variación sexual en sí misma no es un problema.

Sin embargo, un futuro libre de discriminación basada en el estado intersexual, no puede emerger si las injusticias del pasado no son completamente reparadas. El problema de lo que ha sido hecho a lxs bebés intersexuales alrededor del mundo, es uno que plantea interrogantes sobre la verdad, justicia, reparación del daño y garantías de no repetición.

La violencia sufrida por las personas intersexuales, está cubierta de vergüenza, silencio y secreto. El valiente trabajo de los activistas intersexuales está comenzando a romper el silencio. Sin embargo, este problema aún está por encontrar un lugar apropiado en el activismo de derechos humanos y en el activismo LGBT.

El primer paso en la batalla por la justicia es el reconocimiento de que una enorme violación ha sido perpetrada y continúa siendo perpetrada en aquellxs nadidxs con una condición intersexual. La profesión médica aún está por reconocer que se ha cometido un gran error y que se continúa cometiendo.

Existe la necesidad de una comisión de investigación, en la misma línea de la Comisión Argentina sobre la Desaparición de Personas. La Comisión argentina produjo un famoso informe, “Nunca más”, el cual establece la verdad acerca de que les sucedió a aquellxs que el régimen percibía como oponentes. Mediante la documentación de los crímenes cometidos contra el pueblo argentino por la junta militar, “Nunca más” constituye un incontrovertible archivo público y sirve para recordar lo que sucedió. Una parte crucial al recordar, es el mandato de que estos horrores nunca más deberían ser perpetrados, al igual que lo indica el evocativo título del informe – “Nunca más”.

La batalla global de la comunidad intersexual por la justicia, aún está en su infancia. Lo que necesitamos es una comisión similar de investigación, que establezca, en términos incontrovertibles, el horror, dolor, tortura y sufrimiento infligido en niñxs intersexuales alrededor del mundo – todo en el nombre de preservar el sistema de dos géneros. El documentar los horrores, debería abrir la interrogante sobre la justicia, que tiene tres componentes clave: reconocimiento, reparación del daño o indemnización, y la promesa de que esto no vuelva a suceder.

El valiente trabajo de lxs activistas intersexuales ha traido la atención mundial a esta lucha. Depende de nosotrxs que esta lucha por la justicia no sea olvidada.

**Arvind Narrain es el Director de Ginebra de ARC International, que trabaja en la defensa internacional de cuestiones LGBTI.

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