Claudia es Intersexual, Vamos a Hablar de Ello
Por Claudia Astorino
Fecha de publicación: 20 de Febrero de 2013
Traducción de Laura Inter del texto “Claudia is Intersex, Let’s Talk About it” de Claudia Astorino
Fuente: http://www.autostraddle.com/claudia-is-intersex-lets-talk-about-it-149137/
Hola a todxs. Soy Claudia, y soy Intersexual.

Quiero decir, soy muchas cosas. Por ejemplo, soy…
- una estudiante graduada en ciencias en la Ciudad de Nueva York
- una feminista con tendencias tipo sublevación-girrrly
- una dama lesbiana con una novia increíble y algunos de los mejores amigos, tanto queer/LGBT como heterosexuales, que nunca hubiera esperado
- una persona que se desvela crónicamente y alguien que deja las cosas para después – pero estoy en recuperación –
- una adicta a los m&m’s de mantequilla de cacahuate – no en recuperación – (SON PERFECTOS Y ESTAMOS ENAMORADOS)
Pero claro, también soy intersexual. Y es por eso por lo que realmente estoy aquí.
La intersexualidad es generalmente considerada como una condición médica – una extraña y rara cosa que algunas veces sucede a los niñxs y que necesita ser corregida. Siento como si la consciencia cultural en torno a la intersexualidad, fuera la imagen de una persona de apariencia andrógina que tiene un pene y una vulva; como un hombre y una mujer mezclados juntos, que puede ser que “realmente” sea hombre o mujer, o tal vez ambos, o tal vez algo completamente distinto.
Esta imagen no es correcta, aún así me llevó más de una década el realmente entender y abrazar eso. La intersexualidad, en primer lugar, es acerca de los cuerpos – una forma biológica de ser. Cuando la mayoría de los individuos nacen, el médico, o la partera, o el conductor del taxi grita, “¡Es un niño!” o, “¡Es una niña!” La persona que grita sabe si este nuevo y pequeño ser humano, es un niño o una niña, mediante el análisis de los rasgos físicos que tiene el bebé. Aunque los médicos suelen solo revisar los genitales externos para asignar un sexo, estos rasgos también incluyen a los órganos sexuales internos, los cromosomas, y los tipos y niveles de hormonas. Si un bebé tiene todas las “formas de niño” de estos rasgos, es un niño. Si el bebé tiene todas las “formas femeninas” de esos rasgos, es una niña. Las personas intersexuales nacen con una mezcla de características sexuales – algunas tradicionalmente consideradas maculinas, y algunas consideradas femeninas – en el mismo cuerpo. Por ejemplo, tengo una vagina y más tarde desarrollé pechos y caderas, pero también tengo cromosomas XY, y tenía testículos cuando nací. Tengo algunos rasgos “masculinos” y algunos rasgos “femeninos” en el mismo cuerpo, así que no es fácil el asignarme claramente como “hombre” o “mujer”. Mi propio cuerpo es solo un ejemplo: la intersexualidad no es una sola categoría, y hay muchas variaciones diferentes de intersexualidad, y con cada variación, mucha diversidad. No todos los cuerpos masculinos o femeninos se ven y funcionan igual, ¿sabes? El que sepas que soy intersexual, realmente no te dice mucho acerca de mi o de mi cuerpo.

Entender lo que significa la intersexualidad, quiere decir que también te ayuda a entender lo que no significa. Nuestros cuerpos son naturales, normales y saludables; aunque algunos problemas de salud están asociados con algunas formas de intersexualidad, el simple hecho de ser intersexual no es un problema de salud en si mismo. Las mujeres típicamente tienen ovarios, pero el hecho de que algunas mujeres puedan contraer cáncer de ovarios, no significa que ser mujer es una enfermedad, ¿verdad? Además, las personas intersexuales – biológicamente hablando – no son hermafroditas. Los hermafroditas son seres vivientes que, al mismo tiempo o en diferentes momentos en su ciclo de vida, tienen sets completos de órganos sexuales “masculinos” y “femeninos” – externos e internos. Los seres humanos no calificamos en esa definición, con especies hermafroditas representadas en su mayoría por plantas, peces, moluscos y otras pequeñas criaturas. “Hermafrodita” es un término anticuado que los médicos usan para las personas con una anatomía sexual atípica, y aunque esto, hoy en día esta ampliamente considerado como ofensivo, lo han reclamado para si y lo usan como un término inclusivo (por ejemplo, “¡Dame un abrazo herm!”) o como una etiqueta de identidad. Esto también quiere decir que la concepción popular de un hermafrodita, como alguien con un pene y una vagina, no es biológicamente correcta. Aunque los genitales externos puedan tener una apariencia atípica en algunas formas de intersexualidad, este no es el caso de otras. Todo depende. La intersexualidad es definitivamente acerca de cuerpos, pero realmente no es acerca de genitales.

La intersexualidad a sido considerada durante mucho tiempo, como un tema controvertido, y mientras he crecido y llegado a aceptar mi intersexualidad, cada vez se me hace mas difícil el entender porqué. No es realmente tan revolucionario el aceptar que existen variaciones en la apariencia de los cuerpos de las personas, y en como estos funcionan. Al igual que no solo existen ojos color café o azul; también hay ojos café oscuro y ojos azul cristal que parece que pueden mirar a través de ti, y verdes y avellana y violeta y violeta con manchas verdes en ellos y azul con manchas doradas en ellos, y tantos otros colores que tendrían que ser catalogados como muestras de pintura. Nos sentimos cómodos con el hecho de que no solo existen dos estaturas, o dos pesos, o dos colores de piel, que tienen las personas.
¿Por qué debería el sexo ser diferente?

Este concepto – que el sexo no es binario, que existen muchas posibilidades en que el sexo biológico se puede presentar – es un concepto realmente aterrador para muchas personas. Creo que es porque existe esta idea por ahí, que toma como base las partes del cuerpo que tiene una persona, su sexo, género y orientación sexual, y dice que todas están inherentemente vinculadas con uno de dos sets predeterminados. Un niñx asignado mujer al nacer, es instantáneamente asumida como de género femenino. Se sentirá como una mujer, jugará con muñecas, se vestirá de color rosa, actuará como una dama, vestirá faldas y lápiz labial, será amable y educada. También se asume de manera generalizada, que se sentirá atraída por a los hombres, y que tendrá sexo con hombres, especialmente la forma siempre-santificada de “pene-en-la-vagina” o coito heterosexual, ¿no es así? (Coro de ángeles)

Pero, ¿qué haces cuando te ves confrontado con una persona cuyo cuerpo no puede ser fácilmente categorizado como “masculino” o “femenino”? ¿Cuál sería su género? Puede ser que no se sientan como un niño o como una niña, y que jueguen con GI Joes vestidxs de color rosa, y actúen como una dama excepto que a veces no, y que se vistan en combinaciones de ropa que asusten a los niños. Puede ser que solo sean niñas o solo sean niños, o ambos, u sean de otras perturbadoras maneras tan diferentes uno de otros como los copos de nieve, y QUIEN SABE que pasaría si se reprodujeran.
Tal vez sea hora de caer en pánico.
En pocas palabras, a diferencia de los niños y niñas típicos, no existen reglas que digan a la sociedad como es que se supone se debe tratar a las personas intersexuales. Los cuerpos intersexuales crean un pánico social. Nuestras características físicas, pueda que no sean realmente tan aterradoras, pero las implicaciones de aceptar nuestros cuerpos van rápidamente de “¿que-significa-esto?” a “¡¿que-diablos-voy-a-hacer-ahora?!” El sexo biológico es uno de las formas más fundamentales en que los seres humanos se identifican y entienden unos a otros; si tu idea de sexo biológico está mal, ¿Qué más pudiera estar mal? Es mucho para afrontar.

La aparentemente obvia solución, por mucho tiempo ha sido simplemente tratar de “corregirnos”. Realmente solo somos niños y niñas “normales” con condiciones médicas. Trata las condiciones – elimina y altera lo que puedas (por ejemplo, genitales, órganos sexuales internos, hormonas), y trata de olvidar lo que no puedes [alterar] (por ejemplo, los cromosomas).
Uno de los “tratamientos” más comunes es la cirugía genital. Algunos niñxs intersexuales tienen genitaes que no son típicamente masculinos o femeninos, y algunas veces son considerados “ambiguos.” (Odio este término. Nuestros genitales, no transforman su forma de vez en cuando o algo así. Nuestros cuerpos no estan “en el medio” de los cuerpos masculinos y femeninos. Existen por su propio derecho.) El clítoris y el pene se desarrollan a partir del mismo tejido en el cuerpo, así que algunos individuos tienen, lo que puede ser considerado, un clítoris agrandado o un pene pequeño. Clítoris agrandado = muy masculino para las niñas, y pene pequeño = no es un hombre real, así que los médicos y padres, usualmente optan por asignar a estos niñxs como mujeres y hacer a esta estructura [el falo] más pequeña (o, hace algunas décadas, eliminarla en su totalidad) para que se vea “normal.” No importa que estas cirugías sean para fines cosméticos y no por motivos de salud. No importa que los niñxs sean, casi siempre, muy pequeños, y no puedan dar su consentimiento para la realización de estos procedimientos. No importa que estos niñxs, cuando crezcan, hayan perdido sensibilidad sexual – en algún grado o toda – donde se encuentra el tejido cicatricial, y pueda ser que nunca sientan lo que es un orgasmo. No importa que las cirugías son irreversibles, y estos niñxs tengan que vivir con los resultados de esas cirugías por el resto de sus vidas.
Existen muchos otros tratamientos para “corregir” las muchas formas en que los cuerpos intersexuales hacen sentir a otras personas incómodas. Los médicos tratan de, quirúrgicamente, mover la uretra a la punta del pene, cuando esta está colocada en algún otro lugar, o aunque menos común, quirúrgicamente cambiar el tamaño del clítoris agrandado / pene pequeño, a uno de mayor tamaño. A menudo, se necesitan múltiples procedimientos, y estos resultan en mucho tejido cicatricial. Los canales vaginales que se considera no son lo suficientemente largos para sexo heterosexual y normal, son reconstruidos, aunque puede ser que no puedan auto-lubricarse o se puedan cerrar o prolapsar. Aparte de la cirugía, estos canales vaginales pueden ser “dilatados”, o estirados regularmente con dildos médicos durante meses o años. Los órganos sexuales internos, a menudo, son eliminados porque los médicos advierten que existe un riesgo de que se vuelvan cancerosos si se les deja. Sin embargo, esta práctica no es muy lógica; después de todo, los médicos no eliminan los ovarios de las niñas típicas, o las próstatas de los niños cuando nacen, debido a que estos niños(as) pudieran desarrollar cáncer de ovarios o de próstata algún día. El eliminar los órganos sexuales internos, puede hacer que un individuo que alguna vez fue fértil, ya no pueda reproducirse, y sea incapaz de producir hormonas importantes para el desarrollo y la salud de los huesos. Mis testículos fueron eliminados unos pocos meses después de mi nacimiento, y ahora tomo una píldora cada día, para remplazar las hormonas que mi cuerpo podía hacer por si solo. Soy lo suficientemente privilegiada, como para tener un seguro de salud en la actualidad, pero comprar esas píldoras se siente raro en un principio, y me molesta el tener que tomarlas. Mientras yo elijo tomar mis píldoras la mayoría de los días, los médicos pueden poner a niñxs en terapia de remplazo hormonal, desde edades muy tempranas para que se desarrollen como un niño o niña típicos. Los resultados son algunas veces irreversibles.
Hay muchas cosas por las que una persona intersexual tiene que pasar, y sanar.

Por mucho tiempo, creí en el modelo médico de la intersexualidad, de que yo era algo-parecido-a-una-persona-mujer, y que era el deber de los médicos el hacerme normal – al borrar las partes de mi que eran muy extrañas, demasiado, y ayudarme a ser esta niña real que estaba enterrada en algún lugar dentro de mí. Nací a mediados de la década de 1980, cuando aún no existía el internet, y nunca escuché a nadie que describiera la intersexualidad como algo diferente a una condición médica. No fue hasta que estaba en la universidad que comencé a explorar la intersexualidad, en mi ahora ridículamente voluminosa computadora en mi dormitorio, lo hacía cuando mi compañera de cuarto no estaba ahí. Comencé a aprender acerca de mi cuerpo y ver otras perspectivas. Había otras personas intersexuales, como yo, que parecía que pensaban que la intersexualidad no era algo tan malo, que necesitara ser corregida o borrada. Decían que lo que había sido hecho a sus cuerpos estaba mal, que había sido hecho sin su consentimiento, que sus padres y médicos no deberían haber tenido permitido el tomar decisiones acerca de lo que se les hizo a sus cuerpos, cuando no estaba comprometida su salud. Afirmaban que los médicos no deberían estar involucrados del todo: si nuestros cuerpos naturales son sanos, razonaban, entonces, ¿por qué ir al médico para “corregirlos”? No estamos enfermos – ¿Qué hay que corregir?
Esa necesidad de que se “corrija” es la forma en que vemos a la intersexualidad en nuestra sociedad, y los procedimientos médicos cosméticos a los que somos sometidos sin nuestro consentimiento. Los activistas intersexuales, comenzaron a movilizarse en la primera mitad de la década de 1990. La primera protesta pública de personas intersexuales, se celebró en 1996 cuando solo tenía 10 años de edad, dos años después de que me enterara que no tenía útero y que nunca tendría mi periodo menstrual, y tres años antes de que escuchara la palabra intersexual por primera vez. Desde entonces, muchos activistas intersexuales han estado trabajando para concientizar sobre que existe la intersexualidad, y que solo somos personas normales, incluso si nuestros cuerpos son menos comunes.

Hoy en día, se que el modelo de atención médica no es correcto, y he estado trabajando para hacer algo acerca de eso. Soy la autora del blog Full Frontal Activism: Intersex and Awesome, la cofundadora y co-coordinadora de los eventos anuales por el Día de la Visibilidad Intersexual, Y la Directora Asociada de la Organización Internacional Intersexual (OII) en los EUA, el grupo más grande de activismo global en el mundo para las cuestiones intersexuales. (La página web de los EUA está en construcción por ahora, así que siéntanse en la libertad de visitar la página de OII Australia, en su lugar: https://oii.org.au/ )
Como una dama lesbiana, también he estado pensando acerca de la superposición de las cuestiones intersexuales con todo lo queer/LGBT, al igual que el heterosexismo inherente en la realización de procedimientos quirúrgicos mayores, para asegurar que una vagina pueda ser penetrada por un pene, o la construcción de un “clítoris normal” que, potencialmente, no asuste a un compañero masculino. También se ha vuelto muy común el analizar fetos en busca de ciertos tipos de intersexualidad, como hiperplasia suprarrenal congénita (HSC). La mayoría de los individuos con HSC [y cromosomas XX] son generalmente asignados y criados como mujeres, pero debido a que tienen niveles de testosterona relativamente elevados, el ser queer [LGBT] es visto como un efecto secundario de la HSC. HSC à gay/queer. Así que los padres están eligiendo someterse a pruebas de sangre, tomadas del útero, para ver si su hijo tiene HSC, y en ese punto poder decidir si quieren abortar. Todas estas cuestiones son queerfóbicas/homofóbicas, ya que no dan espacio para que estos niñxs tomen decisiones sobre como es que quieren que sus cuerpos se vean y funcionen, así como a quien se sienten atraidxs, y que tipo de sexualidad quieren tener algún día. Existen muchas razones por las que los padres y médicos, pudieran querer que su hijx intersexual fuera quirúrgicamente alterado, y en algunos casos, la queerfobía/homofobia puede ser la razón principal.
Imagen: Las cuestiones intersexuales son cuestiones queer/LGBT. Vía osisa.org
La intersexualidad ahora esta siendo incluida en el acrónimo LGBT, añadiendo la letra “I”. No todas las personas intersexuales se sienten cómodas con esto, y muchos de los mismos argumentos que fueron usados cuando se incluyó a las personas trans*, están ahora siendo usados para la intersexualidad: que la intersexualidad no es una orientación sexual o una identidad de género, Que no todas las personas intersexuales se sienten queer/LGBT, y que no quieren estar afiliados con la comunidad queer/LGBT. No todas las personas intersexuales quieren reconocer públicamente su intersexualidad, o no se identifican como intersexuales, porque las personas intersexuales ya son normales al igual que los demás. Más activistas intersexuales estan ahora optando por la inclusión de la intersexualidad en el acrónimo LGBTI, sin embargo, debido a que nuestros objetivos generales están alineados con los de otros movimientos queer/LGBT: que nos traten con igualdad y acepten nuestra autonomía, sin importar nuestro sexo e identidad de género, y lo que elijamos hacer con nuestros cuerpos. Míranos, ten conciencia que somos reales y que somos visibles si abres tus ojos y tu mente, y toma conciencia de que lo que nos esta pasando es horrible.
Déjanos elegir que hacer con nuestros cuerpos y con nosotrxs mismxs.
Estoy muy emocionada de hablar acerca de cuestiones intersexuales. Aunque quiero discutir cuestiones mayoritariamente relacionadas con la intersexualidad, realmente quiero centrarme en situaciones que afectan a las damas intersexuales queer/LGBT. Como es que nuestros cuerpos influencían nuestro entendimiento de nuestras orientaciones sexuales. Como es que ser intersexual añade otra capa de la cual “salir del closet”, con nuestros compañeros sexuales y en las relaciones de pareja. Como es que ser queer/LGBT, lleva a una nueva dimensión cuando otra gente se da cuenta de que eres queer/LGBT Y TAMBIÉN intersexual. Como pueden apoyar a sus compañeros sexuales intersexuales, que pueden tener cicatrices emocionales y físicas por haber pasado por el sistema médico.
También quiero compartir parte de mi historia – mis historias personales – y crear algo de diálogo acerca de las cuestiones intersexuales, dialogo que ustedes, queridos lectores, quieren tener.
Como ya dije, soy Claudia, y soy intersexual.
Gracias por dejarme compartir esto con ustedes. Es realmente grandioso conocerlos. ❤
Libros recomendados:
- Karkazis, 2008 – Fixing Sex: Intersex, Medical Authority, and Lived Experience
- Feder, 2011 – Where Medicine and Homophobia Meet: The Case of Prenatal Dexamethosone