Reflexionando sobre las preguntas incómodas dirigidas a nosotres, las personas intersex. Por Dul

Reflexionando sobre las preguntas incómodas dirigidas a nosotres, las personas intersex

Por Dul

*Publicado con autorización del autore.

dul

Primero me presentaré, soy Dul una persona con una fisionomía intersexual, y además me identifico como de ‘género fluido’ porque algunas veces me siento con una identidad masculina, otras con una femenina y otras con una identidad masculina y femenina a la vez.

Ayer me pasó algo que me ha puesto mucho a reflexionar sobre la percepción y el trato de algunas (os) hacia nosotres las personas intersex, aquí va la historia.

Estaba jugando Ragnarok, un RPG en línea y, como apenas entré a jugar, necesitaba ayuda para subir unos niveles y poder así subir luego por mi cuenta, escribí a mi grupo – llamado Guild – preguntando si podía alguien de nivel bajo subir conmigo, a lo que una persona me respondió que me ayudaría. Todo cool.

Estábamos jugando mientras platicábamos para conocernos mejor y surgió de pronto la pregunta: ¿Eres hombre o mujer?, a lo cual, de manera natural, contesté: »Un poco de los dos», y traté de seguir la plática sin darle tanta vuelta a eso, pero esa persona insistía en que le explicara. Sentí que tenía dos opciones: La primera, explicarle a fondo sobre la intersexualidad; y la segunda, decirle que no quería hablar de eso o evadir el tema. Pensé que haría mi obra del día y podía aprovechar para brindarle información a alguien sobre la intersexualidad en términos generales.

Le expliqué para que pudiera entenderme, e ingenuamente creí que ahí acabaría la conversación sobre el tema, porque estábamos jugando y había otros temas que atender, pero no fue así. El chico me preguntó bruscamente y sin el menor tacto: “Entonces ¿tienes pene y vagina?” (con otras palabras vulgares que no quiero mencionar).

Mi error en este punto fue no haber parado ahí la conversación, en vez de eso tomé aire y sacando paciencia de mi interior seguí explicándole, y traté de hacerle entender que lo que uno ve en el Anime, por ejemplo, está lejos de la realidad – él me estaba comparando con una serie hentai del estilo Futa – y le expliqué un poco sobre biología, cariotipos y hormonas. Luego surgió el comentario: »Tendría que ver tus redes sociales», le pregunté que para que quería verlas y, quitado de la pena, respondió: »Para comprobarlo».

Todo esto me puso a reflexionar. Algunas personas piensan que cuando se encuentran con una persona intersex, tienen el derecho de preguntarte por tus genitales en la primera charla, lo cual sería el equivalente a que yo le hubiera preguntado, cuando me dijo que es hombre: ¿tienes el pene chiquito, grande, circuncidado?

Decides pasar el mal rato y tolerar lo agresivas, bochornosas y, a veces, disparatadas que puedan ser sus preguntas, con tal de tratar de que la próxima vez que esa persona se encuentre con gente diversa sea inclusivo e informado. Te desnudas metafóricamente con esa persona que acabas de conocer, y aún así te exige pruebas para »comprobar» que lo que le haz estado explicando es verdad. Como si yo le hubiera exigido pruebas de que es biológicamente hombre, es decir, uno no va por la vida saludando y pidiendo muestras de ADN o bajando la ropa interior de los que tenemos enfrente para »comprobar» que lo que dicen ser es verdad.

Hubiese sido diferente y más sencillo si yo, al contestar la pregunta inicial, hubiera dicho: »soy hombre” o, “soy mujer», pero esa no fue mi respuesta, y como no pude responder afirmativamente al binario – sagrado e inmutable -, me vi en un ir y venir de preguntas y respuestas desagradables para una primera conversación con un completo extraño.

Algunas veces entre personas intersex o trans*, nos hacemos estas preguntas privadas con la única intención de aprender de nosotres mismes pero es en un ambiente distinto: fraternal, empático.

Cuando quien te pregunta es ruda(o), te hace sentir agresión, te intimida y hasta te provoca enojo, digo, algunas veces cuando se es diferente uno se arma de paciencia, ya que sabemos de antemano que la falta de información es la causa de algunas actitudes estúpidas y negativas, pero tampoco es que tengamos que anteponer eso todo el tiempo a nuestros sentimientos y emociones.

En conclusión: Si tienes dudas o curiosidad ante una persona distinta, primero trata de investigar por tu cuenta, si investigas y sigues teniendo dudas específicas, crea un ambiente cómodo para esa persona y trata de elegir las palabras adecuadas para formular tus preguntas. Siempre ten en mente que somos personas y, así como tu tienes sentimientos y hay cosas que te pueden molestar o herir, a nosotres también. Con un poco de empatía y respeto se puede lograr una charla mucho más nutritiva para ambas partes y podrás saber lo que deseas.

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