Intersexualidad y envejecimiento. Por Morgan Carpenter

Intersexualidad y envejecimiento

Por Morgan Carpenter, 3 de Febrero de 2015

Traducción de Laura Inter del artículo “Intersex and Ageing” de Morgan Carpenter (si encuentran errores en la traducción me avisan)

Este es un texto del discurso que se dio sobre “intersexualidad y envejecimiento” a una audiencia local, y, esencialmente, LGB/T, en Nueva Gales del Sur el Lunes 2 de Febrero por Morgan Carpenter. Esto sigue la publicación de 2012 de una estrategia nacional, intersex-inclusiva, para el envejecimiento y el cuidado de personas de edad avanzada de la comunidad LGBTI. Un posterior cambio masivo en la terminología, de LGBT a LGBTI, no ha sido acompañado de un aumento en el entendimiento o acciones concretas. Este discurso, se ocupa de algunos de estos problemas, y comienza después de un reconocimiento del país.

morgan

Discurso

Voy a cubrir un poco de terreno con rapidez, incluyendo algunos conceptos básicos, se entrecruzan, historia e impacto, y algunos ejemplos escogidos cuidadosamente, para ilustrar los problemas más relevantes.

Las personas con variaciones intersexuales, nacen con características sexuales atípicas. Existen muchas variaciones intersexuales; la intersexualidad cubre un gran espectro de variaciones. Un investigador Alemán afirma que “comprenden un grupo heterogéneo…con al menos 40 entidades diferentes, de las cuales la mayoría están genéticamente determinadas. En el 10 a 80% de los casos se carece de un diagnóstico exacto” (Hiort, 2013). Esto puede significar un número diferente de cromosomas sexuales; diferentes respuestas físicas a las hormonas sexuales; o diferentes tipos de equilibrio hormonal y anatómico. Esto incluye muchos y variados tipos de cuerpos.

Las personas intersexuales se enfrentan a una variedad de problemas de salud y Derechos Humanos, y a un estigma profundo, atrapado entre dos visiones contrastantes sobre quién somos y quién deberíamos ser.

Por un lado, esto incluye las intervenciones médicas en la infancia, expresamente para hacer que los cuerpos intersexuales se ajusten a las normas sociales para un sexo o género específico. Por otro lado, nosotrxs tendemos a experimentar “falta de género”, a causa de las expectativas a identificarnos como un tercer género o sexo, que transgrede las normas de género.

Las discusiones sobre intersexualidad a menudo la usan para deconstruir el sexo, género y heterosexualidad, en lugar de abordar los problemas actuales de Derechos Humanos y la ética médica.

El problema clave, para la mayoría de las personas intersexuales, no es la existencia de dos sexos, sino lo que nos hacen a fin de que encajemos en estrechas clasificaciones.

Desde 2006, las variaciones intersexuales han sido llamadas “trastornos del desarrollo sexual” (Houk et al, 2006), una etiqueta y enfoque clínico, que ha hecho que se incremente la medicalización de la diversidad corporal simplemente por ser atípica, no por algún problema médico que esto conlleve.

LGBT y LGBTI

Desde Agosto de 2013, la orientación sexual, identidad de género, sexo, discapacidad, y la situación intersexual han sido atributos independientes en las leyes federales contra la discriminación (ComLaw, 2013)

La inclusión de la Intersexualidad en la LGBTI, reconoce que todos nos enfrentamos al estigma, debido a las expectativas sociales acerca de lo que significa ser un “hombre real” o una “mujer real”. Pero no toda inclusión es relevante, significativa o respetuosa. Eso incluye:

*añadir una sola línea en una encuesta, para apoyar la tabulación cruzada.

*tratar la intersexualidad como un asunto de identidad de género, como si todas las personas intersexuales compartieran la misma identidad de género. Un enfoque en la identidad, ignora la diversidad de las identidades de género de las personas intersexuales, hombres intersexuales y mujeres intersexuales.

*tratar las intervenciones quirúrgicas como un problema donde un doctor puede asignar un género erróneo, más que una cuestión sobre el consentimiento de estas cirugías.

*asumir que la experiencia intersexual es una de transición, donde algunos de nosotros la llevamos a cabo, pero otros son físicamente incapaces de realizar esa transición (por ejemplo: Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos Completo).

*por lo mismo, tratar los problemas de los intersexuales y trans*, ambos como una cuestión de la sexualidad.

Estos problemas complican la investigación de la intersexualidad, y la asistencia médica, y el desarrollo de nuestra propia comunidad. Estas aproximaciones ignoran nuestras historias; remplazan nuestras historias con algo más.

Una perspectiva histórica

 

Históricamente llamados hermafroditas, dioses griegos o monstruos; en la práctica, la intersexualidad, ha sido a menudo objeto de infanticidio o un “espectáculo de fenómenos”.

Antes de la década de 1950, la situación local es ilustrada por la anulación del matrimonio de una mujer de Melbourne, Australia, descrita como “frígida congénita”, incapaz de participar de manera adecuada en el coito heterosexual (Richardson, 2012).

Durante medio siglo completo desde 1950, un “optimo modelo de género” promulgó la creencia en la crianza, y la maleabilidad en la identidad humana: los genitales de los niñxs intersexuales fueron alineados con el sexo asignado; para asegurar que ellxs y sus padres no tuvieran problemas con el género. El secreto era la norma, mantenido en la edad adulta, a veces durante toda la vida, para asegurar el desarrollo “normal”, físico y psicosocial. A otras personas, se les suele decir que nunca encontraran a otra persona con la misma variación (Senate, 2013).

Las cirugías también fueron heteronormativas, para preparar los cuerpos para el coito heterosexual.

Elementos de estos son todavía usados: el secreto, se supone, debería haber terminado en 2006, pero los especialistas clínicos aún creen que los niños necesitan orinar de pie, y que los clítoris mas grandes necesitan ser reducidos quirúrgicamente (APEG, 2013).

Los marcos legales, todavía permiten estas intervenciones. Un documento clínico clave del 2006 incluye, como razones “psicosociales” terapéuticas, “minimizar la preocupación y la angustia familiar”, y “mitigar los riesgos de estigmatización y confusión de identidad de género” (Houk et al, 2006).

Las principales organizaciones clínicas, todavía apoyan y recomiendan la cirugía infantil para “permitir que el infante se desarrolle sin el estigma psicosocial o la angustia que está asociada con tener genitales incongruentes a los del sexo asignado” (APEG, 2013)

La cirugía es realizada por razones psicosociales que, en Victoria, incluso apuntan a mejorar las perspectivas de matrimonio (Victoria, 2013). En todas estas razones se enredan cuestiones de identidad de género y sexualidad.

Un documento médico de 2014, todavía describe un nacimiento intersexual como una “desafiante emergencia médica” (Pasterski, 2014), mientras que otro de 2013 cuestiona como es que el soporte psicosocial para padres e infantes, basado en una ideología de auto-aceptación, puede coexistir con la “centralidad” de las intervenciones quirúrgicas (Liao y Simmonds, 2013).

Las justificaciones incluyen el decir que las cirugías han mejorado. Sigue existiendo una base de débil evidencia para esto, reconocida por un Comité de Asuntos Comunitarios del Senado en 2013, una investigación sobre las “esterilizaciones involuntarias y forzadas a personas intersexuales en Australia”. Este reconoció la supresión institucional de las diferencias intersexuales; y encontró que no hay un procedimiento de seguimiento a largo plazo de los casos. Fue “perturbado” por preconcepciones médicas de normalidad, y se declaró, que el estatus quo es inaceptable – pero sus recomendaciones no han sido implementadas.

¿A donde nos dirigimos desde aquí?

¿Qué significa el pasar por este tipo de cirugías? Y ¿Qué significa eso para un marco de trabajo LGBT que podría crecer deliberadamente para incluir a las personas con variaciones intersexuales?

Mucha de la labor del activismo intersexual se centra, necesariamente, en terminar con las intervenciones quirúrgicas y hormonales en infantes y niñxs que todavía continuan en la actualidad. Pero, ¿Qué hay de las personas que ello deja atrás? Aquellos de nosotrxs que ya pasamos por esas intervenciones? Y ¿Qué vidas hemos tenido?

La filósofa Miranda Fricker (2008) describe “injusticia epistémica”, producida por una falta de conocimiento, donde el testimonio y la experiencia de vida es devaluada a través de las características e impotencia de un altavoz. Esto incluye una forma, “injusticia hermenéutica”, donde alguien, con experiencia vivida, es incapaz de siquiera de dar sentido a sus propias experiencias sociales. Un ejemplo elegido de nosotrxs aquí el día de hoy, es:

“la dificultad de hacer que, el deseo homosexual como una orientación sexual legítima, cobre sentido en un contexto histórico-cultural donde la homosexualidad es interpretada como perversa o vergonzosa.”

Mientras que esto describe la situación de los ancianos LGB, también es una descripción poderosa del impacto de los modelos de tratamiento para las variaciones intersexuales del siglo XX y XXI; el impacto de la vergüenza, el aislamiento, y el secreto. Ese secreto que no deja ninguna palabra para nombrar la experiencia. Esto incluso refleja mi propia historia, incapaz de encontrar un nombre, hasta años después de la intervención médica. Esto se ve agravado por las ideas erróneas de “centrarse en la identidad” en relación a la intersexualidad, y perpetuado por cambios en el lenguaje clínico.

Los médicos afirman que las practicas actuales están bien; que las técnicas quirúrgicas han mejorado, pero aún así siguen teniendo “especial preocupación” acerca de la función sexual y sensibilidad después de la cirugía (APEG, 2013).

El escritor Morland tiene experiencia personal de múltiples cirugías, que le dejaron con muy poca sensibilidad genital. Habla de lo que él llama “el activismo queer edonista”, que, de nuevo, es relevante hoy en día, y uno que me habla a mi mismo (Morland, 2009).

El sexo es tanto para el placer como para la reproducción. Más que eso, el cita a David Halperin, diciendo que el sexo gay puede transmutar la degradación social en experiencias de placer. Morland (2009) sostiene que, “lo queer se caracteriza por la interrelación sensorial de placer y vergüenza”, pero contrasta el hedonismo con la experiencia de los insensatos cuerpos intersexuales. El proceso, argumenta de la cirugía “normalizadora”, no solo falla en “naturalizar” los genitales intersexuales, este lo “desnaturaliza”:

“El escalpelo se presta al toque del cirujano, una fuerza que tiene como efecto la durabilidad… cambiando de por vida los genitales del paciente… Después, cuando el dolor de las heridas se desvanece, la formación de las cicatrices constituye un registro visual de los cortes que la anestesia ha ocultado de la memoria del paciente.”

“…el cuerpo postquirúrgico no permanece intersexual, ni se convierte de manera convincente en uno no-intersexual. Es legible incongruentemente como ambos a la vez. La experiencia vivida de esto es, que la anatomía sexual de uno, aparece como notoriamente inusual y, sin embargo, brutalmente normalizada – una de las razones por las que, los individuos postquirúrgicos, pueden tener miedo a las relaciones sexuales. La cirugía puede dejarlo a uno inseguro acerca de si necesitamos dar una explicación de nuestra apariencia genital y función a nuestros compañeros sexuales – y si es así, a través de esa explicación, intuir que nuestros compañeros ya han notado los efectos de la intersexualidad, de la cirugía, o de ambos.”

¿Qué preocupaciones deberíamos tener acerca de los adultos que han experimentado las aparentemente “obsoletas” prácticas quirúrgicas y el secreto, digamos, antes de la última década?

¿Aquellos de nosotros que dejaron sin o con una disminuida función sexual?

¿Con experiencias de trauma, comparadas a las de las mujeres con una historia de abuso físico o sexual, y su impacto en el trabajo y sus vidas en el hogar?

¿Toda una vida de tratamiento hormonal? ¿Un legado de osteoporosis temprana, y repetidas cirugías para corregir los errores de intervenciones anteriores?

Para muchos, ¿la vida se sintió opacada por la infertilidad? ¿Con un seguimiento inadecuado, y la ausencia de apoyo psicológico? ¿Una bien establecida tendencia a evitar el servicio de salud, a raíz de las primeras experiencias?

Aquellas personas que sobrevivieron, y sobreviven la medicalización, ahora se están jubilando.

Durante aquellos mismos tiempos de vida, las experiencias de personas que se ven atraídas por el mismo sexo, son unas de extraordinario cambio social, pero para muchos de los ancianos LGB de las islas; muchos aún experimentan problemas de confianza, vergüenza, e incluso secreto escondiendo sus relaciones de pareja.

Pero, para nosotros, ¿Qué ha cambiado realmente? La evidencia que veo es que, hay una experiencia continua de aislamiento, de vergüenza, problemas con el secreto y la confianza, que no ha sido saciada por desarrollos paralelos para las personas LGB y T. Ciertamente, el simplemente cooptarnos en una experiencia LGBT no ha cambiado eso. La investigación LGBT, aún no está enmarcada para hacer frente a nuestros problemas de injusticia epistémica; sus preguntas, no tienen en consideración nuestros cuerpos y nuestras historias. En su lugar, simplemente asumen que somos lo mismo.

La experiencia de vida de nuestros ancianos – con sus diversas identidades de género y sexualidades y, sobre todo, su experiencia de medicalización – es, a menudo, uno que no se ha beneficiado directamente del activismo hedonista. A menudo no se identifica con eso, ni siente pertenecer a el.

Nuestra experiencia de vida de la diferencia, incluye una diferencia de usted. A menudo, particularmente teniendo en cuenta a los grupos de edades avanzadas de los que estamos hablando, incluye un miedo de asociarse con LGBT, nacido del mismo tiempo de vida del estigma, incluyendo el estigma interiorizado.

La revolución sexual empezó por los “baby boomers” y no termino sin nosotros; nuestros problemas necesitan atención deliberada.

En una conferencia global intergubernamental y de la sociedad civil sobre LGBT en Washington, el año pasado, se habló acerca del cambio global de LGBT a LGBTI. La declaración de la sociedad civil fue:

“Mientras los gobiernos, los donantes y sociedad civil añadan la “I” a “LGBTI,” debe haber discusión deliberada, acerca de lo que esto significa en cada región y país con el compromiso. Esto debe incluir el reconocimiento de que el movimiento intersexual es, en muchas maneras, un movimiento distinto, con distintos problemas y, a menudo, diferentes grupos de personas” (Counsil for Global Equality, 2004 – Consejo para la Igualdad Global -)

Ese movimiento intersexual esta todavía en formación, y esa discusión deliberada debe implicar inclusión deliberada. No está claro que esto haya sucedido.

Tenemos que ir más allá de la inclusión de siglas y empezar a tener esas discusiones deliberadas. Y eso no puede suceder mientras las organizaciones intersexuales líderes, estén sin fondos, y trabajen por completo a través de tiempo voluntario.

Notas

Este es un discurso personal de Morgan Carpenter, presidente de OII Australia

Fuente: https://oii.org.au/28385/intersex-and-ageing/

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