LA INFANCIA, LA QUE NUNCA DEBÍ PERDER | Por Abián Anakin (Caminar Intersex)

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Ilustración realizada por Abián Anakin. 2025. Descripción de imagen: El dibujo muestra un círculo rodeado por los colores amarillo y morado de la bandera intersex. En su interior, varias miradas se entrelazan: ojos de distintos tamaños que parecen surgir de una textura orgánica, casi como si observaran desde dentro.

LA INFANCIA, LA QUE NUNCA DEBÍ PERDER

Por Abián Anakin, coordinador de Caminar Intersex (Tenerife, España)

La infancia… hay quien la tiene, hay quien la disfruta y hay a quien se la roban. A mí me tocó la última.

Mientras mis padres trataban de darme una infancia lo más normal y feliz posible, como la de cualquier niño, la medicina me robaba aquellos momentos felices. Entradas a quirófanos, revisiones médicas, análisis de sangre… hasta el punto de que mis venas se llenaron de callos.

La educación también me robó la infancia. En la escuela encontré incomprensión, falta de cariño y un profesorado al que le molestaba mi presencia. Era aquel niño que sobraba en el aula, con el que no jugaban, no compartían, insultaban, se reían y despreciaban.

A los 12 años abandoné los estudios y nadie se preocupó por mí. Bueno, sí, alguien sí: mi madre, la que luchó por darme la mejor educación, la que lloraba en la puerta del centro educativo porque sabía que me dejaba en el mismo infierno cada día, y la que tomó la mejor decisión: sacarme del sistema educativo.

Porque quizás, de no haberlo hecho, no estaría escribiendo esto para Brújula Intersexual, la única organización que ha mirado por mí, que nos ha ayudado y nos ha enseñado a velar por todas las personas intersex que vendrán detrás de mí.

Como dice mi madre: siempre nuestro Norte, el que nunca debí perder.

A.A.

 

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