CARTAS A PERSONAS COMO YO: ¿Qué es esto? | Por Jaritza A. B. (Ecuador)

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Descripción de imagen: En la imagen, hay una niña sentada dentro de una burbuja transparente en un ambiente desolado. La burbuja parece reflejar un cielo tormentoso y dentro de ella hay siluetas. La niña está sentada abrazando sus rodillas, con un aire pensativo o preocupado.

CARTAS A PERSONAS COMO YO: ¿Qué es esto?

Por Jaritza A. B. (Ecuador)

Cuando te das cuenta que resultas ser alguien distinto a la mayoría de las personas, y, por ende, tu confusión y pensamientos también son diferentes, no queda de otra que exigirte madurar. Esto es por autoprotección, ya que los abusos y burlas conllevan a tomar una decisión inicial drástica: o recurrir a la violencia para autodefensa o auto-encerrarte en una burbuja para autoprotegerte sin violencia alguna; ambas decisiones provocaran un cambio drástico en ti, en el tipo de persona que serás y en tu vida. Lo que te orillará a tomar alguna decisión serán las burlas, abusos de todo tipo, insultos, falta de aceptación, etc. Y al recibir toda esta violencia nos exigiremos madurar un poco más cada día.

En esta encrucijada me vi desde muy niña luego de vivir múltiples abusos. Así que me tocó pensar muy bien en que hacer al ver que los cambios en mi cuerpo eran distintos a los de la mayoría de las mujeres: el crecimiento excesivo del vello corporal, el clítoris de un mayor tamaño, mis sensaciones corporales distintas a las que había escuchado, estrías a una edad temprana y sin razón alguna, y, más tarde, el vello facial. Con todos estos cambios en mi cuerpo, empecé a ser víctima de burlas y otros tipos de abusos; mi decisión fue auto-encerrarme en una burbuja, mi necesidad de autoprotección me llevó a eso. Estas burbujas no son color rosa, todo lo contrario, están llenas de oscuridad, y es ahí donde también nos toca exigirnos madurar para moldear esa burbuja y lograr cierto bienestar. Este es otro conflicto, porque al iniciar este camino hacia el bienestar, no estamos segur*s de lo que realmente nos hace bien; creo que lo que más deseamos es tener a alguien como refugio, alguien que quizás adivine por nosotr*s lo que necesitamos. Todo esto es comprensible cuando eres una niña exigiéndose madurar para entender sus propios cambios físicos y mentales, más aún cuando ves a otras niñas y te das cuenta que realmente eres muy distinta a ellas, cuando te preguntas: ¿Qué hace eso ahí?, ¿Por qué ella no lo tiene?, ¿Qué es lo que me sucede?, ¿Estaré enferma?, ¿Será que soy de otro planeta? o ¿Por qué me siento así?. Además, cuando tienes Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC), y nadie te explica lo que sucede, también puedes tener malestares físicos que despiertan otros tipos de cuestionamientos; en mi caso, distintos malestares como debilidad y pasar mucho tiempo enferma y que ningún médico entienda lo que te sucede. Hay condiciones como la HSC que son consideradas tabú y los médicos no profundizan.

Lo más difícil es ser víctima de burlas que tildaban de “bromas” y que vienen de personas que quieres. Y sumémosle las preguntas o comentarios incomodos, como: «¿Por qué tienes tanto pelo? Pareces mono”, “Si así te ves, ya me imagino como tienes lo de abajo”, “¿Eres hombre o mujer?”, “¿Por qué no te rasuras/depilas?”, “Pareces hombre con esa barba”, “¿Y esas estrías? Ni que ya hubieras parido”, “¿Y eso de ahí abajo que es? Parece un “pene””, etc.

Aunque nos hayamos auto-encerrado en una burbuja, igual nos afecta, porque aun sintiéndonos comod*s con nosotr*s mism*s, nos encontramos en medio del caos de cambios en nuestro ser, a lo que nadie nos da una explicación; y al mismo tiempo deseamos que las demás personas se sientan cómodas con nosotr*s porque deseamos pertenecer y ser aceptad*s.

Al pasar tanta presión y notar que quizás nunca nos permitan pertenecer y ser aceptad*s, deseamos pasar desapercibid*s. En mi caso esto no era tarea fácil, porque era más grande que otros adolescentes de mi edad, quienes en un inicio aparentemente me aceptaban, y más tarde me di cuenta que se burlaban. Yo no entendía exactamente el porqué de las burlas, ya que yo no me veía mal a mí misma, al menos no en el espejo que tenía dentro de mi burbuja. En ese entonces no tenía un apoyo real, mis padres seguían en un bajo cruce de balas, discutían y cada uno estaba procurando rehacer su vida; así que yo me sumía aún más en el silencio, porque pensaba que les hacía daño con el solo hecho de no ser una hija “normal”, me sentía culpable de sus conflictos, y lo que más quería era que ellos fueran felices. Sentía que no podía hablarles, y continuaba con el pacto del auto-silencio.  Sin embargo, al final del día, era muy duro recibir las mismas críticas destructivas pero ahora de mi madre… quizás, en su interior, su intención no era lastimarme, sino únicamente que pareciera una señorita “normal” para que no tuviera conflictos.

Y aquí es donde comienza a afectarnos la ignorancia: médicos revisándote sin cuidado alguno, como si fueras un experimento fallido de laboratorio. La ignorancia de los médicos es tanta que no investigan al respecto y acaban afectando más que ayudando. Además, el tener unos padres ignorantes confiando en la versión de un médico poco especializado, solo hace que nos acabemos llenando de aún más sentimientos negativos que no deseamos en nuestras vidas.

Padres y madres, cuando noten algo en sus hijos que no entiendan, por favor, pregunten, investiguen, consulten, auto-edúquense; así, lo más probable es que liberen a sus hijos de tener pesadillas y mucho peso sobre sus hombros.  Y, sobre todo, ámenles y acéptenles tal cual son. La belleza está presente en todas las personas. 

Descripción de imagen: Una persona sentada dentro de una gran burbuja transparente. Dentro de la burbuja hay pequeñas burbujas.

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