UN ÁNGEL CON MALA MEMORIA | Por Sia

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Ilustración: Laura I., 2023 (realizada especialmente para esta publicación). Descripción de imagen: Fondo negro con puntos dorados, al centro de la imagen la bandera intersexual (rectángulo amarillo con círculo morado al centro) sobre la bandera unas alas de ángel color blanco.

Un ángel con mala memoria

Por Sia

No lo puedo explicar, porque ni siquiera sabría como describir el momento en que mi mente se desasociaba del cuerpo… entrar en esos pasillos se convertía en un túnel de niebla en mi memoria.

Caminar temblando a un cuarto de revisión, era rutina de dolor, y en la consulta con el cirujano general, era como quedar parcialmente ciega: yo solo veía cuerpos sin cabezas, todos eran despersonalizados por mi mente, quizá es porque la razón evadía que me doliera o que me lastimara la acción de esos médicos y residentes, quienes estaban ávidos de experimentar en un ser, un humano que estaba extendido en la camilla de revisión, cual microbio en caja de Petri.

Las palabras de: “Quítese la ropa para revisarla”, eran como un detonador de ausencia, donde me desprendía de mis ropas tibias con dolor, vergüenza e incomodidad, sabiendo que me esperaba una violación “necesaria” en la fría camilla rodeada de ojos observantes, de manos que exploraban mi sexo como si fueran dedos de hielo con un gel frío que se sentía hasta el hueso.

Sus preguntas eran como si yo fuera un ser inanimado, casi inexistente, descifraban cuanto media mi diminuta vagina introduciendo sus dedos de hielo sin más mesura. Presionaban mis pechos, los median, los frotaban para ver su respuesta a la sensibilidad y rango de crecimiento. Mis axilas eran ventanas a un espacio lampiño que confirmaba mi diagnóstico (“síndrome” de insensibilidad a los andrógenos completo), el cual, haciendo juego con mi pelvis desprotegida que los llevaba a terminar todos ellos celebrando que a su parecer yo era “casi normal”, con el bálsamo de cierre a su culpa con la expresión romántica que a mí me revolvía las entrañas, al escucharlos decir: “Mira, tan bella y enigmática como un ángel”. Un ángel que tenía un cariotipo típicamente masculino y un fenotipo femenino, cuya única decepción a ese público bizarro era que el ángel solo tenía un callejón ciego, estéril y diminuto por vagina.

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