“Fue terrible”: La lucha para encontrar atención médica apropiada cuando eres intersexual
Por Jesse Jones
Traducción: Laura Inter, del artículo “‘It was dreadful’: the struggle to find appropriate healthcare when you’re intersex” de Jesse Jones
“Es una situación bastante mala en Australia”

La comunidad intersexual a menudo es la menos visible dentro del acrónimo LGBTI. El activista Peter Low contó su historia a Jesse Jones.
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El activista Peter Low casi murió porque sus doctores no sabían cómo controlar sus hormonas.
La intersexualidad frecuentemente es la silenciosa “I” en el acrónimo LGBTI, y hay muchas personas – incluso dentro de nuestra comunidad – que no tienen certeza de lo que significa. Sin embargo, casi el 2% de las personas nacen con una variación intersex, lo que significa que sus cuerpos, hormonas o cromosomas, no coinciden del todo con los estereotipos de masculino y femenino.
Concretamente, intersexual no es trans ni género no binario – la mayoría de las personas intersex son cis, es decir, se identifican con el sexo que les asignaron al nacer.
A principios de este año, Low se convirtió en director de Intersex Human Rights Australia (antes conocida como Organisation Intersex International Australia).
Tiene síndrome de Klinefelter, lo que significa que tiene un cromosoma X extra.
Que causa síntomas potenciales que van desde el crecimiento de pechos hasta la esterilidad, es una de las variaciones intersexuales más comunes, pero es frecuente que incluso los médicos especialistas no sepan que hacer cuando se enfrentan a esta situación.
“Me enviaron a un endocrinólogo, y honestamente fue muy malo”, dijo Low.
“No tenía idea de lo que estaba haciendo. No sabía nada sobre el manejo de XXY, estaba perdido”.
A Low le administraron inyecciones de testosterona para controlar algunos de los síntomas físicos, pero el doctor le administró una dosis errónea, causando que sus niveles hormonales se dispararan durante varios años.
“Mi testosterona estaba demasiado alta, y estaba teniendo recaídas casi psicóticas antes de cada inyección”, dijo.
“Cada vez que iba a ver al endocrinólogo, decía que no sabía que estaba sucediendo, y que no había una explicación fisiológica. Era bastante estresante, algo terrible. No tenía control en mi vida”.
Low finalmente fue canalizado, a través de un grupo de apoyo intersex, a un nuevo doctor, el cual descubrió que sus niveles de testosterona eran tan altos que ponían en riesgo su vida.
“Mi sangre se estaba haciendo espesa, y corría el riesgo de sufrir un derrame cerebral”, dijo.
Una vez que su tratamiento fue ajustado, tuvo que ausentarse un año de la universidad mientras que su cuerpo regresaba a la normalidad.
Low, quien ahora está terminando sus estudios como paramédico, no quiere que nadie más atraviese el mismo tipo de experiencias que él. Además de trabajar con IHRA en la defensa de los derechos intersex, espera entrar a la escuela de medicina el próximo año para convertirse en doctor y eventualmente en endocrinólogo.
Low participó en el retiro intersex de este año en Erskineville en Sídney, y trabajó para crear la ratificación de aliados de la Declaración de Darlington, la cual señala las prioridades del activismo.
La Declaración de Darlington exige reformas legales y médicas integrales, que incluyendo la despatologización de las variaciones intersex, el desarrollo de protocolos de atención acorde a los derechos humanos, la protección contra la discriminación, y la autonomía corporal para las personas intersexuales. También da prioridad a que se proporcione educación sobre variaciones intersexuales a los profesionales médicos.
Low dice que la mala atención médica de las variaciones intersexuales es algo que pasa “todo el tiempo”.
“Es una situación bastante mala en Australia”, dijo.
“He escuchado otras historias de terror de doctores. Pero eso me motiva a tratar de cambiar sus puntos de vista”.
Puedes leer más acerca del activismo intersex de IHRA en: ihra.org.au