¿El mundo finalmente está tomando conciencia de los derechos de las personas intersexuales?
Por Naomi Larsson de The Guardian
Fecha de publicación: 10 de Febrero de 2016
Traducción de Laura Inter del artículo “Is the world finally waking up to intersex rights?” de Naomi Larsson de The Guardian
Una directiva pionera en Chile el mes pasado dijo que los doctores deberían detener las cirugías ‘normalizadoras’, pero la lucha contra el abuso global sistemático, social y cultural contra las personas intersexuales es una batalla muy complicada.
Imagen: Cuando un bebé nace, frecuentemente la primera pregunta es acerca del sexo. Pero una de cada 2,000 personas [otras fuentes dicen que una de cada 150], las nociones binarias de masculino o femenino son problemáticas. Fotografía: Danny Lawson
“En lo que se enfocó el cirujano fue en que yo no me identificaba como mujer debido a que no tenía una vagina,” dijo Mauro Cabral. Después de haber crecido en Argentina siendo tratado como una niña, él descubrió a la edad de 14 años que no tenía órganos internos femeninos. A pesar de que siempre se había sentido hombre y aún se siente así, fue forzado a someterse a cirugía para crear una vagina.
“Aún trato de entender que es lo que sucedió y como puedo recuperar mi vida,” dice Cabral, quien ahora es un activista trans e intersexual y codirector de Gate. “Mi experiencia es muy similar a la de quienes han sufrido tortura – cuando intentaron hablar, sus sociedades e incluso sus familias no están preparadas para escuchar lo que sucedió.”
Cerca de una de cada 2,000 personas representa nociones de hombre o mujer que son particularmente pro0blemáticas. Investigaciones han encontrado que entre el 0.05% y el 1.7% de la población global nacen con rasgos intersexuales – características sexuales biológicas que no se adecuan a las nociones típicas de masculino y femenino. La estimación más alta es de alrededor del mismo número de personas pelirrojas, aún así, las personas intersexuales, son mucho menos visibles.
Por lo menos existen 40 variaciones intersexuales, que van desde génetico, cromosómico, anatómico y hormonal. En países con acceso a los servicios de salud occidentales, se ha convertido en una práctica común el someter a los niñxs intersexuales a intervenciones médicas para hacer que sus cuerpos encajen en el binario hombre/mujer, con resultados perjudiciales.
El mes pasado una directiva pionera fue anunciada por el gobierno se Chile. El ministerio de salud emitió una orientación para detener las cirugías de ‘normalización’ en niñxs intersexuales. Esta es una de dos naciones en el mundo que han emitido alguna orientación formal para prevenir estas intervenciones médicas. La otra es Malta, que en abril de 2015 se convirtió en el primer país en prohibir estas cirugías a través de una legislación.
Conocidas como la “I” en el acrónimo LGBTI, las personas intersexuales frecuentemente son puestos bajo el paraguas de las campañas por los derechos de género y orientación sexual. Pero lxs activistas están dispuestos a establecer la diferencia: enfrentan discriminación debido a sus diferencias biológicas, y las personas intersexuales pueden ser heterosexuales, o sentir atracción por el mismo sexo, o atravesar una transición, al igual que todas las demás personas.
Imagen: “Godoy Peña envía una carta a la presidenta chilena Michelle Bachelet, pidiendo que se detengan las mutilaciones genitales intersexuales.
El reciente progreso en Chile, donde prácticamente no existía ningún movimiento intersexual, es muy significativo. Camilo Godoy Peña, un defensor de derechos humanos chileno de 26 años de edad, quien fue el principal promotor de los lineamientos [emitidos por el Ministerio de Salud chileno], no es intersexual pero siente “amor por los derechos humanos”. Él dice que en Chile, que estuvo bajo una dictadura durante 17 años, la palabra “tortura” tiene un gran poder. “Cuando dices que este tipo de tratamiento, que está bajo el consentimiento del estado, podría ser tortura, es algo realmente grande.”
Godoy Peña está alentando a los activistas de derechos humanos alrededor del mundo a usar este logro en Chile, para hacer un llamado a sus propios ministerios de salud y estos emitan instrucciones para ayudar a las personas intersexuales. “Es el más alto nivel de derechos humanos,” dice.
La evidencia de que los estándares de intervención médica que se desarrollaron en EUA en la década de 1950 – cirugía en bebés o niñxs, tratamientos hormonales y asegurarse que los niñxs se adecúen a las normas de género – son dañinos, ha alimentado las peticiones para que existan nuevos enfoques para los niñxs intersexuales.
“En muchos casos las intervenciones son iguales a las de la mutilación genital femenina, reducción de clítoris u otras formas de mutilación del clítoris – y también otras intervenciones dirigidas a niños,” dice Morgan Carpenter, activista intersexual y presidente de la Organisation Intersex International Australia. “Son evidentes violaciones a los derechos humanos. Existe un enfoque en nuestros genitales, en lugar de un enfoque en nosotrxs como individuos.”
En comunidades rurales o pobres, donde las cirugías no son una opción, la discriminación viene en otras formas brutalmente violentas. De acuerdo con Julius Kaggwa, director ejecutivo de SIPD Uganda, una organización que defiende los derechos de las personas intersexuales: “En muchos países africanos, la manera tradicional de lidiar con las percibidas ‘anormalidades’ sexuales, ha sido permanecer en silencio – y desear que desaparezcan a través de varios tipos de rituales tradicionales, que frecuentemente significan matar a los bebés intersexuales.”
Este estigma prevalece a través de todo el continente. En la zona rural de Malindi, Kenia, Muhadh Ishmael de 17 años de edad, nació con genitales con características masculinas y femeninas. Fue criado como una niña, pero siempre se identificó como un niño, lo que su familia no podía aceptar. En diciembre del año pasado, un grupo de hombres, que se cree que fueron contratados por su tío, lo drogaron y le cortaron su pene. Él murió debido a estas heridas.
Kaggwa dice que en comparación con la financiación que se da a la lucha contra la homofobia o contra la difícil situación de los niños soldados en África, “[se muestra] completa indiferencia a la amenaza a la vida que representan las mutilaciones genitales y el infanticidio que sufren los niñxs intersexuales”.
Imagen: Pidgeon Mauro: Activistas intersexuales: Mauro Cabral, Pidgeon Pagonis, Paula Sandrine Manchado y Natasha Jiménez. Fotografía Natasha Jiménez
En la lucha contra los abusos sistemáticos, sociales y culturales contra las personas intersexuales, el movimiento global por los derechos de las personas intersexuales ha sido una batalla cuesta arriba. No solo es un movimiento que tiene un financiamiento extremadamente pobre, sino que también existe una carencia global de conocimiento y entendimiento; Zeid Ra’ad al-Hussein, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, incluso admitió que él sabía muy poco sobre las personas intersexuales antes de iniciar su función. Cabral cree que “no es que las personas intersexuales no estén alzando la voz, sino que las personas no-intersexuales no están escuchando”.
Sin embargo, esto parece estar cambiando. “El movimiento intersexual se está consolidando y fortaleciendo, y las voces intersexuales se están alzando y luchan por sus derechos,” dijo Natasha Jiménez, activista intersexual costarricense. “Esto nos ayudará a ver más iniciativas de este tipo alrededor del mundo.”
Existen señales de esperanza. En Uganda, Kaggwa dice que a través de este compromiso, algunos líderes locales se están volviendo más empáticos a los problemas que enfrentan las personas intersexuales. En 2013, Brújula Intersexual se fundó para proveer un punto de encuentro para las personas intersexuales en América Latina e información en español. El año pasado, la ONU emitió un informe en el que condena la violencia contra las personas intersexuales, y en septiembre de 2015, la ONU se reunió por primera vez para discutir los derechos de las personas intersexuales.
“El activismo intersexual está enfocado en el futuro,” dice Cabral. “No hay mucho que podamos cambiar de nuestras propias vidas, pero podemos prevenir que otras personas atraviesen el mismo proceso. Espero que la intersexualidad sea completamente reconocida como una cuestión de derechos humanos. Queremos creer que una vez que digamos la verdad, las personas reaccionarán de una forma ética.”