Atrapados en el punto ciego del género binario: Borrar Intersexual en la retórica del Cisgénero
por Hida Viloria
Traducción de Laura Inter del artículo “ATRAPADOS EN EL PUNTO CIEGO DEL GÉNERO BINARIO” de Hida Viloria (si encuentran errores en la traducción me avisan)
Fuente: hidaviloria.com
Traducción de: http://intersexandout.tumblr.com/post/95130298770/caught-in-the-gender-binary-blind-spot-intersex
A principios de este mes, dos entradas en blogs sobre intersexualidad fueron sobre el término “cisgénero”, me recordaron que ya es hora de que se hable de como, la actual retórica cisgénero, facilita el borrar la intersexualidad. Pero espera, ¿Cómo es que hace esto? Podrás estar preguntando. ¿Pensabas que cisgénero era la nueva moda en la terminología progresiva? Bueno, déjame explicarte. Para aquellos de ustedes a los que el término sea nuevo, cuando me encontré a mi misma buscando “cisgénero” (con un grupo de personas trans* en una fiesta de Año Nuevo en 2009), Wikipedia la definía como, “la descripción de la identidad de género, donde las experiencias de los individuos de su propio género, concuerdan con su sexo al nacer.” ( Para su información, antes de que surgiera “cisgénero”, la gente solo decía “no-trans*”, para describir esa experiencia.)
Al enmarcar todo lo no-trans*, como presumiblemente género-normativo, personas como cisgénero, permiten hablar acerca del “privilegio cisgénero”, que significa, básicamente, los beneficios experimentados por personas que encajan en las normas de género sociales, atribuidas a su sexo biológico. Es la diferencia, por ejemplo, entre haber nacido en un cuerpo de mujer y haber crecido para verte y sentirte como Angelina Jolie (actriz de cine), contra haber nacido en un cuerpo de mujer y haber crecido para sentirte y verte (o querer verte) como The Rock (actor de cine). Las personas cuya identidad y expresión de género, se ajustan a las normas atribuidas a su sexo biológico se enfrentan a menos problemas, que aquellas cuya identidad y expresión de género no se ajustan.
Pero si naciste intersexual, esto, en realidad, no aplica para ti, porque no hay normas de género atribuidas a tu sexo biológico, ya que la sociedad ni siquiera reconoce que eso exista. De hecho, como “cis” significa “en este lado de”, y “trans” significa “en el otro lado de”, aquellos de nosotros que no estamos en ningún lado de este marco binario del sexo, somos inherentemente excluidos de la retórica cisgénero. Y ten en cuenta, que no solíamos estar, cuando la gente simplemente decía “trans*” o “no-trans*”.
Si bien, es útil distinguir entre las personas género-normativas y género-variante, el término cisgénero, solo existe con éxito, si tú pretendes que las personas intersexuales y otras personas variantes de género, no existen. Por ejemplo, ¿donde encajan en la ecuación las lesbianas “butch” que orgullosamente se identifican como mujeres? Técnicamente, ellas son cisgénero, no trans*, porque se identifican con su sexo biológico, pero no experimentan el privilegio cisgénero. Puedo pensar en muchos hombres que atraviesan la misma situación. No son trans* pero tampoco son cisgénero, de acuerdo con la retórica del “privilegio cisgénero”. Ellos caen en una zona gris, que los defensores del término no tomaron en cuenta, lo que yo llamo, el punto ciego el género binario.
Como persona intersexual con un a concordancia entre el cuerpo con el que nací y mi identidad como intersexual, también caigo en este punto ciego del género binario. Me di cuenta desde el momento en el que lo anuncié, en la mencionada fiesta de Año Nuevo, “Así que supongo que yo sería cisgénero, porque nací intersexual y me siento intersexual.” Algunas personas parecían molestas por mi declaración, porque, esta, crea un conflicto en el uso del termino cisgénero, y, específicamente el “privilegio cisgénero”.
Ya vez, como las lesbianas “butch”, aunque tengo la clásica concordancia cuerpo/identidad, y, por lo tanto no soy trans*, tampoco soy género-normativo. Soy cisgénero, sin embargo, no experimento el “privilegio cisgénero”, sino, todo lo contrario: el hecho de que haya nacido intersexual, inmediatamente me pone en una gran desventaja en términos de género. Porque no importa que tan “género normativo” una persona intersexual pueda crecer para verse y/o identificarse, nosotros somos, a menudo, inmediatamente vulnerables, al nacer, a las cirugías genitales cosméticas no consentidas, médicamente innecesarias (también llamadas, Mutilación Genital a Intersexuales/MGI).
Además, a diferencia de otras personas, cuyos cuerpos e identidad de género “concuerdan”, cuando las personas intersexuales experimentan esta alineación, esto puede resultar en problemas similares a la disfonía de género. Por ejemplo, luché durante más de una década con profunda confusión alrededor de mi identidad de género – no, como la mayoría, porque mi identidad no coincidiera con mi cuerpo, sino porque ¡coincide! Esto es debido al hecho de que es un reto crecer sintiéndote intersexual, en un mundo de solo hombres-mujeres, que no es amistoso para las personas intersexuales y que la sociedad moderna a tratado de eliminarnos sistemáticamente, e identificarte y vivir abiertamente como intersexual es extremadamente difícil. De hecho, en el actual clima cultural, simplemente el haber nacido intersexual es visto como subversivo.
Los retos a la aplicación de la retórica cisgénero son resueltos si las personas intersexuales (así como otras personas variantes de género) se identifican como trans*, pero las personas intersexuales tienen, aún, que ser reconocidas por la sociedad en general, porque, nuestra existencia, crea conflictos en creencias profundamente arraigadas acerca del sexo biológico, el género y la sexualidad. Por lo tanto, el definirnos a nosotros mismos como personas trans*, antes de que nuestra existencia sea generalmente entendida y reconocida, simplemente sirve para exacerbar nuestra invisibilidad social. Además, en un nivel personal, después de años gastados en superar la interfobia, para poder, verdaderamente, abrazar mi identidad no-binaria, quiero deleitarme con ella, en lugar de redefinirla.
Si nos estamos esforzando hacia una visión precisa y ecuánime del sexo y género, la retórica de los estudios del género, deben incorporar la realidad de todas las personas variantes de género, en lugar de borrarla. Sin embargo, me di cuenta en algún punto, siguiendo esa fiesta de Año Nuevo, que la definición de cisgénero había cambiado en una manera que borró mas, en lugar de reconocer a la comunidad intersexual. Hoy en día, Wikipedia define el término cisgénero como, usado para, “describir tipos relacionados a la identidad de género, donde las experiencias de los individuos de su propio género, coinciden con el sexo que les fue asignado al nacer.”
Los problemas de borrar a los intersexuales en esta definición de cisgénero son dos. 1. El término disminuye la conciencia de la desventaja del género, que las personas intersexuales experimentan, a través de la MGI (Mutilación Genital Intersexual), en comparación a aquellos que nacen en cuerpos de hombre o mujer. 2. El término niega, lingüísticamente, a las personas intersexuales la posibilidad, proporcionada a otros, de experimentar una coincidencia cuerpo/identidad cisgénero, colocando así, a las personas intersexuales, en una posición desigual, en comparación a aquellos nacidos hombre o mujer.
1. Ofuscación de la Mutilación Genital Intersexual (MGI)
Muchos han discutido, y algunos, tales como los académicos intersexuales Morgan Holmes y Cary Gabriele Costello, han escrito acerca del hecho de que, las personas intersexuales, que fueron asignados hombre o mujer al nacer, y se sienten como hombres o mujeres cuando son adultos, no experimentan el privilegio cisgénero. Como, Costello, quien también es un bloggero trans* e intersexual, explica en un reciente post en The Intersex Roadshow, “los niñxs intersexuales no nacen ni hombres, ni mujeres, aún así se ven forzados en una categoría de sexo binaria, por una ideología social contemporánea que dice que esto es obligatorio. Muchos son sometidos a una cirugía infantil de asignación sexual, para tratar de hacer que sus cuerpos se ajusten a su sexo asignado… El hecho de que una persona crezca y se identifique con el sexo que le fue asignado al nacer, no significa que sentirá que las cirugías que le hicieron fueron apropiadas. La pérdida del potencial para la fertilidad y la pérdida de capacidad en la sensibilidad sexual, son precios que ellos pudieron considerar que no valían la pena, siendo el resultado un “cuerpo un poco mas confortable…” http://intersexroadshow.blogspot.com/2014/08/cis-gender-trans-gender-and-intersex.html ( traducción al español: https://www.facebook.com/notes/br%C3%BAjula-intersexual/cis-g%C3%A9nero-trans-g%C3%A9nero-e-intersexualidad-de-cary-gabriel-costello/1570795279814382 )
Sin embargo, la definición del “sexo asignado al nacer” posiciona, a las personas intersexuales que se identifican con el sexo asignado a ellos al nacer, como cisgénero, y por lo tanto, destinatarios del privilegio cisgénero, a pesar del hecho de que ellos, por lo general, han sido objeto de MGI (Mutilaciones Genitales Intersexuales), o, por lo menos, han estado en riesgo de ello. En contraste, bajo la definición original de “sexo al nacer” de cisgénero, las personas intersexuales que crecen para identificarse como hombres o mujeres son consideradas trans*, porque no experimentan la coincidencia cuerpo/identidad. Si bien, esto evita el conflicto lingüístico, de definir a las personas que no experimentan el privilegio cisgénero, como cisgénero, la aproximación, coercitivamente asigna género – en este caso identidad trans*género – lo cual es inherentemente problemático.
2. Ofuscación de la variación sexual biológica intersexual y la identidad intersexual no-binaria.
Mediante la sustitución de las palabras “sexo al nacer” en la definición original, por “sexo asignado al nacer”, los cuerpos intersexuales son desaparecidos, remplazados por los de hombre y mujer que nos asignaron. Las personas intersexuales como yo, ya no experimentamos la coincidencia cuerpo/identidad, porque nuestros cuerpos han sido erradicados en favor de nuestro “sexo asignado al nacer”, que nunca es intersexual. (Nota: ya que, a partir del 1ro de Noviembre de 2013, los bebes intersexuales han sido reconocidos en Alemania – aunque no como “intersexuales”, sino simplemente como un espacio en blanco. Si un bebé intersexual no puede ser fácilmente determinado como hombre o mujer, no puede ser legalmente asignado como uno de ellos en su acta de nacimiento, a menos que un cuerpo femenino o masculino sea quirúrgicamente asignado por medio de MGI. Examino estos y otros problemas con la nueva ley Alemana en otro ensayo, aquí. http://www.advocate.com/commentary/2013/11/06/op-ed-germany’s-third-gender-law-fails-equality
Irónicamente, la frase “sexo asignado al nacer” viene directamente de activistas intersexuales, quienes han estado usándola por más de dos décadas (los grupos de activismo intersexual, surgieron, por primera vez, a finales de los 80´s en Australia y en el Reino Unido) para referirnos al sexo que fue quirúrgicamente impuesto en nuestros cuerpos cuando éramos niñxs. Sin embargo, en la definición de cisgénero, la frase es empleada para significados contrarios. En lugar de ser usada para ilustrar que algunas personas son originalmente intersexuales al nacer, no el sexo masculino ni femenino que se les “asignó”; la redacción ofusca la variante sexual biológica de la intersexualidad, ya que utiliza solo la validación legal, las categorías de sexo masculino y femenino para definir la identidad de género.
Debido a la arraigada creencia culturas de que el sexo biológico consta de solo “masculino” y “femenino”, la ley reconoce solo a las “mujeres” y “hombres” como ciudadanos en caso todas las naciones (Australia, India, Nepal, Bangladesh, y, dudosamente, Alemania, son las excepciones). Esto, a su vez, apoya los esfuerzos de la institución médica para eliminar quirúrgicamente los rasgos intersexuales, y, por lo tanto, a las personas, de la sociedad. Estos esfuerzos son, en efecto, un génerocidio, y han sido denunciados como tortura y reconocidos como un abuso contra los derechos humanos.
Históricamente, las poblaciones marginadas, han tenido que hacer valer sus derechos legales y el reconocimiento, y hoy en día, las personas intersexuales, se encuentran en las etapas formativas de este proceso. Por lo tanto, es profundamente problemático que la retórica cisgénero, utilice el mismo sistema legal de 2 sexos que promueve el génerocidio intersexual.
¿Porqué debemos definir la identidad de género de acuerdo a un sistema legal deficiente, uno que solo recientemente, en algunos lugares, reconoce a las personas LGBT como ciudadanos legales? Las personas intersexuales, merecen el mismo derecho que las personas trans* de ser reconocidas dentro de los estudios de género y la retórica LGBT como quienes somos, antes de alcanzar la validación legal. Por lo tanto, si creamos términos para definir personas, cuyas identidades, concuerdan con sus cuerpos al nacer, como cisgénero; entonces, a las personas intersexuales se les debería permitir el mismo derecho a identificarse como tales, derecho que todos los demás seres humanos gozan, en lugar de negar la posibilidad, porque no nacimos hombres ni mujeres.
Sin embargo, de acuerdo con la definición del “sexo asignado al nacer”, no soy cisgénero, sino transgénero, y esto me molesta, porque estoy cansada de los esfuerzos de la sociedad para redefinir a las personas intersexuales como algo diferente a lo que somos. Soy variante de género, no porque haya hecho la transición de un cuerpo y/o identidad sancionada socialmente a otra, sino porque he abrazado el haber nacido con un cuerpo y una identidad que queda fuera de esas erróneas normas binarias de sexo y género. Por lo tanto, el término transgénero, no describe quién y qué soy. Quiero ser identificada con precisión como intersexual, en lugar de redefinida como –o escondida dentro – de una población diferente, por la misma razón que las personas trans* y otros quieren ser definidos como el género que son: se siente bien. Además, el reconocimiento de las personas intersexuales es también un paso crucial para terminar con la Mutilación Genital Intersexual (MGI).
Bajo un marco de trabajo lingüístico inclusivo, la pregunta no es, como es que las personas intersexuales encajan en la retórica cisgénero, sino mas bién, ¿porqué estamos promoviendo falsas, binarias concepciones de sexo y género, por medio de borrar lingüísticamente, en lugar de reconocer la existencia de la variación sexual biológica intersexual?
Afortunadamente algunos, como Costello, están haciendo esfuerzos en pro de la inclusión. Después de una conversación en la que discutimos estos temas, él incluyó, a su entrada de blog antes mencionada, que propone una alternativa que permite a las personas intersexuales como yo, quienes experimentan una coincidencia cuerpo/identidad, la igualdad de oportunidad de identificarse como cisgénero. “Si tuviéramos que añadir el término “ipso género” a trans y cis género, podríamos quizá describir la experiencia intersexual con mayor precisión. Una persona cisgénero intersexual, podría ser una con una identidad de género intermedia, ya que eso “coincide” con su sexo biológico. Una persona ipso género intersexual, podría identificarse con el sexo binario que le asignaron médicamente ( el sexo social sustituye su estado de nacimiento intersexual, siendo lo mismo que su identidad sexual). Y una persona intersexual trans género sería aquella que se identifica con el otro sexo binario, diferente al que le asignaron los doctores.”
Me parece que la adición de “ipso género” es una solución interesante. Esta habla de la única distinción entre las personas intersexuales que se identifican con su sexo asignado, y las personas no-intersexuales con esta experiencia. También, como se ha dicho, considera a las personas intersexuales capaces de la coincidencia cuerpo / identidad de género, al igual que todos los demás. Sin embargo, como señala Costello, todavía no resuelve los desafíos que las personas intersexuales plantean para discutir con éxito el “privilegio cisgénero”, que e esbozado antes.
Conclusión:
Los fracasos lingüísticos del término “cisgénero”, ilustra los problemas inherentes en el empleo de un modelo de sexo biológico, y de género, erróneamente binario, para describir a los seres humanos. Además , el empleo del término de “sexo asignado al nacer”, cuya retórica ofusca la existencia de la variante de sexo biológica intersexual (y, por lo tanto, a las personas intersexuales) así como la Mutilación Genital Intersexual (MGI). Por lo tanto, sugiero los términos “trans*” y “no-trans*” como un medio para distinguir entre las personas que crecieron con una identidad de género que coincide con su sexo biológico al nacer, y aquellos que no, ya que son precisos, no les asignaron de manera coercitiva la identidad de género, y, como beneficio adicional, ellos utilizan una trans-afirmación, un marco lingüístico trans-centrado, definiendo todos aquellos que no son trans* como “no-trans*” (al igual que todas las personas de color eran considerados, originalmente, como “no-blancos” en un marco lingüístico blanco-centrado).
Además, al distinguir entre personas que han experimentado privilegio de género y las que no, sugiero el uso de los términos “genero-normativo” y “género-variante”, ya que ambos son precisos y no asignan la identidad de género de manera coercitiva. Usando la terminología “género normativo/variante”, las lesbianas butch pueden, con precisión ser descritas como “género variante”, por ejemplo, cuando examinamos el privilegio de género, en lugar de ser reformulado como como cisgénero o trans*. Al tratar de construir un mundo que respete los derechos de los individuos a identificarse con su propio género, cualquiera que este sea, es fundamental que usemos una terminología que permita a todos hacerlo.
Hida Viloria. 18 de Agosto de 2014