Este texto fue compartido exclusivamente con Brújula Intersexual, si quieres publicarlo en otro lugar, por favor escríbenos para pedir autorización a la autora: blogmamainter@gmail.com
En este enlace puedes ver todas las entradas del BLOG MAMÁ INTER
Blog Mamá Inter: CERRANDO CICLOS
Por Marinette
Hola a todas, todos y todes
¡¡¡Feliz Navidad y Feliz Año nuevo!!!
2025 se nos va, se acaba y no regresará nunca más. Solo nos dejará recuerdos, anécdotas, silencios, aprendizajes, instantes buenos o malos; todo dependerá de nuestra perspectiva. Y justamente quiero tomar esta analogía para referirme a que, en la vida, pasamos por muchas etapas de crecimiento, tanto personales como profesionales. Caminamos por muchos senderos, donde nos topamos con ciertos retos u obstáculos; todo depende de cómo lo quieran ver.

Y con esto inicio este cierre de año. Hemos vivido tantos altibajos, pero de todo ha quedado el aprendizaje, y déjenme decirles que termina el año, pero el aprendizaje continuará.
Durante este año aprendí que lo mejor que podemos hacer como mamás es amar, escuchar y entender, poniéndonos en los zapatos de nuestros peques. Pero también aprendí que, conforme van creciendo, empiezan a descubrir quiénes son, y no es necesario darles toda una cátedra de lo que es la intersexualidad: cada uno lleva su propio ritmo, cada uno va dándonos las pautas para que empecemos a brindarles información.

Aprendí que nuestros peques tienen una gran inocencia y que de nosotros depende qué tanto la podemos alargar o acortar.
Soni ya va para los 9 años, y en los últimos 8 años hemos disfrutado mucho su infancia. Hemos reído, llorado, tenido miedos; hemos jugado y corrido. Y lo hablo en plural porque me encanta hacer cosas con él. Obviamente, conforme pasa el tiempo una tiene más compromisos y, a veces, se acorta el tiempo compartido con él, pero creo que también ambos hemos ido madurando, cada uno acorde a su edad. Los gustos van cambiando, así como los espacios y el tiempo. Lo único que no se modifica, solo se intensifica, es nuestro amor.

Hace 8 años yo no quería que ni el viento lo tocara, no fuera a enfermar. Ahora quiero que se caiga, y no, no de una forma literal; quiero que se tropiece en la vida, porque es la única forma de aprender. Antes quería defenderlo de la parte oscura del mundo, pero ahora quiero que poco a poco sepa que en el mundo hay gente buena y otra no tanto. Quiero que aprenda a defenderse solo, quiero que se ame tal y como es. Y ¿saben qué? Yo también lo empecé a practicar día a día: poniendo límites sanos, dándome prioridad, cuidándome. Y eso Soni lo ve y lo replica. Él sabe que hay que cuidar la alimentación, pero también sabe que hay días de fiesta y que comer helado y pastel es maravilloso.
Sabe que hay días con sol y otros con lluvia, que no siempre estaremos felices o de buen humor, y eso es completamente natural. Ha aprendido que las emociones son buenas, así como las lágrimas, que nos limpian el alma, y que de vez en cuando hay que dejarlas salir.
Les contaré que un día me quedé sorprendida con la respuesta que me dio. Estábamos un domingo por la tarde haciendo tarea; él me dijo que ya no tenía nada más y que ya podíamos ver una película. Entonces le pregunté dos veces más: ¿seguro?, ¿ya no tienes tarea? Ya que había faltado dos días por tener un resfriado, obviamente yo revisé mi chat con la maestra y sí tenía tarea de lo que habían trabajado en el salón los días que faltó, pero le volví a preguntar: ¿seguro que ya no hay más trabajo? Y él, felizmente, me contestó que no.
Vimos la peli, después se metió a bañar y ya iba a cenar cuando, de pronto, vio unos cuadernos en la mesa, los abrió y vi su cara de angustia. Domingo, 9:30 de la noche. Me volteó a ver y me dijo: “Mami, me faltó esto y esto y esto”… Tenía muchas planas que hacer.
Empezó a llorar y le dije con calma: “Tranquilo, Soni, aún es temprano, tienes tiempo, yo me quedo contigo hasta que la acabes”. Pero no dejaba de llamarse tonto y estaba muy, muy preocupado y llorando. Así que, como toda mamá estricta, repetí las palabras que mi papá me decía y que, según yo, jamás repetiría: “No llores, que llorar no arregla nada”.
Soni me miró y me dijo: “Mami, déjame llorar, quiero llorar, estoy triste, pero sí voy a hacer mi tarea, y quiero llorar”.
Y uff, bueno, me levanté y lo dejé solo, con él mismo. Dejé que viviera su momento. Me fui a la ventana a reflexionar y pensé: wow, sí ha funcionado lo que yo misma le he enseñado. Las emociones y las lágrimas se hicieron por algo y tienen una misión.
Cuando llamamos por su nombre a las emociones, estas se apaciguan y nos sentimos más tranquilos, y cuando salen las lágrimas limpian un pedacito del alma que necesitábamos limpiar en ese momento.

Respiré y me senté a su lado. Terminó toda la tarea y, al final, le dije: “Soni, gracias, gracias, gracias por defender lo que sientes, por recordarme que es bueno llorar. Deseo que lo sigas haciendo, y no solo conmigo, sino con todos, pues las personas que te amamos siempre te vamos a respetar. Y si no lo sabemos hacer, está bien que tú nos muestres cómo hacerlo”.
Me encantó. Realmente, a veces una como mamá también está cansada, con muchas cosas en la mente, y a veces herimos con nuestras palabras, pero también es humano, y hay que saber reconocer cuando nos equivocamos.
Con lo anterior, quiero reiterarles que el amor propio empieza con una misma y con el ejemplo. Tarde o temprano, nuestros peques irán aprendiendo a poner límites sanos, a valorarse, a saber que tienen derecho a expresarse de la manera que más les guste, sin importar las diferencias que presente su cuerpo. Porque la gente que los ama no requiere explicaciones, y quienes no les aman, tampoco, porque no las van a entender.

Soni ha ido despertando, ya se da cuenta de que tiene un cuerpo diferente, pero eso, hasta ahora, no le ha quitado el sueño, y deseo profundamente que así continúe. Claro, actualmente su apariencia coincide con el género con el que él se ha identificado y eso ayuda bastante; sin embargo, cuando entre a la adolescencia ya veremos qué sorpresas nos da la vida.
Mis queridas mamis, sé que todas pasamos por distintas experiencias: unas antes o después, unas más rápido, otras aún con peques que no llegan a esta edad. Por eso quiero reiterarles que, vayan un paso a la vez, disfruten el camino. No hay prisa, no hay reglas. Los temas de intersexualidad serán graduales en cada peque, pero es importante irlos encaminando a ser seres humanos con valores y con una buena autoestima, que sepan que cada uno es un universo maravilloso, lleno de sorpresas, y que lo mejor es caminar acompañadas. Créanme, esto aligera el caminar.
Cuando platicamos con otras mamis de niños con variaciones intersex, con Laura Inter, con Eva Alcántara, con el Dr. Carlos, son como un bálsamo para el alma. Nos permiten descansar un poco en ellos; sus comentarios, sus sugerencias, siempre su retroalimentación es muy atinada y, sobre todo, llena de cariño y entendimiento. Por eso quiero agradecerles infinitamente el que estén presentes en nuestras vidas, por existir y porque siempre están para escucharnos. Gracias por su profesionalismo, por su carisma, su solidaridad y su tiempo.

Deseo que cada una encuentre el momento adecuado para poder hablar con sus peques, a su ritmo y a su modo, pero siempre con amor y ternura. Como alguna vez nos comentó una terapeuta: sus hijos, hijas e hijes vivirán algo que ustedes nunca han vivido, y es importante estar ahí para contenerlos, escucharlos y abrazarlos.
Son nuestros pequeños quienes nos harán despertar, quienes vienen a enseñarnos la importancia de cuidar nuestro cuerpo, de amarlo y respetarlo tal y como es.
Les invito a que amen a sus peques poniendo el ejemplo. Ante todo, ténganse paciencia, respétense y cuídense; todo se irá alineando de maravilla.
Deseo que tengan un armonioso y feliz Año Nuevo. Que la luz brille en cada uno de sus hogares y que tengan mucha salud.
Por mi parte, estaré encantada de continuar el próximo año compartiendo con ustedes, y deseo de corazón que estos breves escritos les ayuden, aunque sea un poquito, a aclarar sus dudas o, al menos, a preguntarse más sobre el tema y a encender una pequeña chispa de curiosidad por aprender más sobre la condición de sus hijos, hijas, hijes.
Para cerrar esta entrada, les comparto una frase de una canción que me gustó, un texto para reflexionar y algunas fotos de recuerdos de este año.
“La vida no premia al que más quiere, sino al que resiste sin perderse”
Y colorín colorado, este 2025 se ha acabado.
Con amor,
Marinette



