Fui una niña intersexual que sufrió cirugía. No dejen que otrxs niñxs pasen por lo mismo. Por Kimberly Mascott Zieselman

Fui una niña intersexual que sufrió cirugía. No dejen que otrxs niñxs pasen por lo mismo.

Por Kimberly Mascott Zieselman

Traducción: Laura Inter del artículo “I was an intersex child who had surgery. Don’t put other kids through this” de Kimberly Mascott Ziesekman

Fuente: https://www.usatoday.com/story/opinion/2017/08/09/intersex-children-no-surgery-without-consent-zieselman-column/539853001/

Los individuos intersexuales nacen con características sexuales que no se ajustan a las clasificaciones tradicionales de lo masculino o femenino.

Los doctores y padres están haciendo un daño irreversible debido, únicamente debido a la incomodidad con la diferencia. Somos borrados antes de que podamos decirles quienes somos.

Kimberly Z
Kimberly Mascott Zieselman, meses después de su cirugía intersexual, en Concord, Massachusetts, EUA, en 1983. Foto familiar.

Nací con cromosomas XY típicamente “masculinos” y testículos internos en lugar se ovarios y útero, pero mi cuerpo se desarrolló con una apariencia típicamente femenina.

Mi condición intersexual fue invisible, hasta que llegué a la pubertad y no me llegó la menstruación como a las otras niñas. Aconsejados por los doctores de un importante hospital, mis padres estuvieron de acuerdo en que debían someterme a una cirugía para extirpar mis saludables gónadas, sin mi conocimiento ni consentimiento.

Mi producción hormonal natural cesó, y fui forzada a una terapia de reemplazo hormonal de por vida. Solo tenía 15 años. Los doctores también recomendaron a mis padres que se me sometiera a una cirugía invasiva para crear una vagina de un tamaño más “típico” – afortunadamente, mis padres se negaron. No supe nada acerca de esto hasta que tenía 41 años de edad.

Las personas intersexuales como yo, que representan hasta el 1.7% de la población, nacen con características sexuales que no se ajustan a las típicas definiciones de lo masculino o femenino. Tengo Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos. Debido a que mi cuerpo es resistente a los andrógenos, incluida la testosterona, cuando estaba en el útero, mis hormonas naturales automáticamente se convirtieron en estrógenos, a través de un proceso llamado aromatización.

Las personas intersexuales han sido el último bastión de “no preguntes, no digas”, con los doctores constantemente diciendo a los padres durante muchos años, que lo mejor que pueden hacer por sus hijxs es someterles a cirugía, incluso cuando aún son niñxs, para que puedan crecer de manera “normal”.

Estas y otras cirugías, comúnmente se han realizado en niñxs intersexuales en EUA desde la década de 1960. Pero en la década de 1990, adultxs intersexuales comenzaron a alzar la voz contra estos procedimientos no consensuales y médicamente innecesarios, debido a sus consecuencias físicas y psíquicas de por vida.

A pesar de décadas de controversia acerca de los procedimientos, los doctores continúan operando las gónadas, órganos sexuales internos y genitales de lxs niñxs, cuando estos son demasiado jóvenes para participar en la toma de decisiones – incluso cuando estas cirugías son peligrosas y pueden ser pospuestas con seguridad. Es raro que se tomen en consideración cuestiones de salud para realizar una intervención quirúrgica inmediata. Los resultados de estas cirugías cosméticas a menudo son catastróficos, y los supuestos beneficios no han sido probados.

Como directora ejecutiva de interACT, la única organización en la nación que se dedica exclusivamente a proteger los derechos humanos y legales de la juventud intersexual, estoy encantada que desde la fundación de interACT en 2006, hemos visto avances en las instituciones médicas – pero no lo suficiente, ni lo suficientemente rápido.

No es momento de recopilar más información o de dialogar; es momento de que estas cirugías se detengan.

Conozco de primera mano el impacto devastador que estas pueden tener, no solo en nuestros cuerpos, sino en nuestras almas. Somos borrados antes de que siquiera podamos decir a nuestros doctores quienes somos. Toda organización de derechos humanos que ha sabido sobre esta práctica la ha condenado, algunas incluso al punto de reconocerla como algo similar a la tortura.

Sabemos que la mayoría de los médicos quieren hacer lo correcto para sus pacientes, al igual que los padres quieren hacer lo correcto para sus hijxs. Lo correcto, inequívocamente, es esperar hasta que una persona intersexual pueda participar en estas decisiones que alteran por completo la vida. Lo correcto es proporcionarles la misma dignidad y autonomía que se debe dar a todxs – y abstenerse de infligir daños irreversibles, debido únicamente al malestar en relación a la diferencia.

Los pocos doctores que se niegan a realizar sus prácticas en conformidad con las normas de derechos humanos, nos dicen que existe una silenciosa mayoría de pacientes que están felices de haber sido sometidxs a cirugía en la niñez, pero han sido incapaces de hacer que esos pacientes felices puedan hablar con nosotrxs. Hemos escuchado de personas que están extremadamente agradecidas de haberse salvado de la cirugía, así como de padres de niñxs intersexuales que están creciendo bien sin la intervención médica.

Algunos doctores nos han despreciado diciendo que somos “activistas enojados”, pero nuestra postura ha sido apoyada por las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, Amnistía Internacional, el Departamento de Estado (EUA), todas las principales organizaciones de derechos LGBTQ en EUA, tres ex cirujanos generales de EUA y casi todas las organizaciones intersexuales en el mundo. Últimamente, interACT y Human Rights Watch publicaron un nuevo informe que hace eco a esas peticiones para una prohibición.

Esas instituciones no solo son “activistas enojados”. Son defensores de los principios de derechos humanos que se basan en datos, leyes y en el concepto de ética médica de “no hacer daño”.

Más importante aún, lxs niñxs y adultxs intersexuales nos están diciendo que quieren la libertad de poder tomar sus propias decisiones acerca de sus vidas y cuerpos.

Al trabajar todos los días con jóvenes intersexuales, puedo decirles que estxs niñxs son perfectos tal cual son – y nos están diciendo que sus cuerpos no son vergonzosos y no necesitan ser “corregidos”.

Kimberly Mascott Zieselman es directora ejecutiva de interACT, una organización que aboga por la juventud intersexual.

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