Citas Intersexuales: Encontrar el amor a través de la intersección

Traducción de Laura Inter del artículo “Intersex Dating» (si encuentran errores en la traducción me avisan)

Citas Intersexuales: Encontrar el amor a través de la intersección

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Hay un vocabulario de protección alrededor de la comunidad intersexual – de “escapar” de la cirugía para normalizar sus genitales, de trastorno de estrés postraumático y supervivencia, de culpabilidad de aquellos cuyos cuerpos permanecen intactos.

Hay también una experiencia compartida de vergüenza, secretos y desconexión a causa de ser tratados como si tuvieran un error físico. Ellos llegaron al mundo con mutaciones genéticas que los afectan en los niveles mas íntimos, y se les enseñó a creer, a menudo desde el nacimiento, que su misma existencia es una condición que necesita ser corregida.

El camino a la conexión romántica con otro ser humano puede sentirse aislado e impasible. El riesgo, imposible.

Pero no tiene que ser así.

Activistas como Bo Laurent, Jim Ambrose y Pidgeon Pagonis, han cumplido su misión de guiar a personas con rasgos intersexuales y Desordenes del Desarrollo Sexual, conocido como DDS, hacia la comprensión de su propio valor en el mundo. Ellos demandan visibilidad y justicia, en una cultura que los ha mitificado, marginado y que no entiende sus cuerpos. Y, algunos de ellos, desean encontrar el amor con alguien que realmente los ve.

“Es difícil para las personas centrarse en torno a lo que exactamente esta pasando. Llega a todas partes – Simplemente se expande. No está limitado al dormitorio,” dice Ambrose, escritor y co-fundador de “The Interface Project”, un sitio que colecciona y comparte historias personales de gente que vive con una condición intersexual o DDS.

Así que empecemos en el salón de clases con una rápida lección de lo que no es la intersexualidad: transgénero, ya que los dos son a menudo puestos juntos; o el “hermafrodita”, que en la pornografía, posee total funcionalidad de ambos (físicamente imposibles) genitales masculinos y femeninos.

Tampoco es especialmente poco común. Una visible diferencia en la anatomía sexual ocurre en 1 de cada 1,500 a 2,000 nacimientos, de acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.

Medicamente hablando, intersexual es definido como una anomalía del sistema sexual y reproductivo. Katrina Karkazis, un erudito investigador del Centro de Ética Biomédica de la Universidad de Stanford, dice que en la mayoría de los casos, las personas tienen mutaciones genéticas que afectan el desarrollo de los órganos sexuales. Estas pueden ser evidentes desde el nacimiento, mas tarde durante la vida o no en absoluto.

Por ejemplo, en el caso de las personas con Síndrome de insensibilidad a los andrógenos, las mujeres tienen cromosomas XY y testículos. Sus cuerpos producen testosterona, pero ya que no responden a ella, los genitales no se masculinizan, y no desarrollan caracteres sexuales secundarios masculinos, tales como el incremento en la masa corporal, una voz mas profunda y bello facial.

“Ellas tienen cromosomas XY y testículos, y no lo notarían en el nacimiento porque nacieron con genitales femeninos.” Dice Karkazis

Desde los años 50s hasta recientemente, a los padres de bebés que nacían con genitales no típicos o ambiguos, se les presentaba una opción: cirugía genital. Esto se realiza con mayor frecuencia para presentar al niño como mujer debido a que es una creencia de los doctores que es más fácil de lograr con las técnicas médicas disponibles. Esto a menudo implica cirugías para remover los testículos, reducir órganos que pudieran representar un pene pequeño o un clítoris grande, o añadir una cavidad vaginal.
A los padres – sorprendidos y confundidos por una anatomía que no comprenden, e imaginando una vida de marginación y rechazo romántico para su recién nacido – la cirugía para “normalizar” puede parecer la mas amorosa forma de actuar.
En 1957, la pionera por los derechos de los intersexuales, Bo Laurent nació en un mundo de confusión. Profesionales médicos estuvieron en “estado de shock” por tres días, incapaces de determinar que sexo tenía, y su madre fue mantenida sedada. Laurent, eventualmente, fue etiquetada como niño, fue dada de alta y a sus padres, se les pidió dejar el hospital, dejándolos incapaces de buscar cuidados infantiles adicionales, no sea que su secreto fuera a salir a la luz. Cuando ella tenía 1 y medio años de edad, otro doctor decidió cambiar el sexo asignado, para que ella pudiera ser criada como niña.

“Realizaron clitoridectomía y le dijeron a mis padres que se mudaran a otra ciudad y no le dijeran a nadie donde se habían mudado, y que nunca me dijeran que pasó”, dice Laurent. “Todo esto fue muy traumatizante, aterrador y doloroso para mis padres e hizo difícil el que pudieran relacionarse normalmente conmigo.”

Alienada de sus padres, retirada de sus compañeros y profundamente desconectada de su medicamente entumecido y cicatrizado cuerpo, Laurent evitó la conexión romántica e íntima con sus compañeros, hasta bien entrada en sus 20s. Entonces, ella empezó a buscar respuestas.

El descubrimiento de su condición intersexual, finalmente le ofreció un camino en el mundo. En el transcurso de las últimas 2 décadas, con su trabajo como activista, oradora y fundadora, de la ahora extinta “Intersex Society of North America”, Laurent ha guiado a otros en un viaje para conectar cuerpo y alma – propias y ajenas.

“Una de las cosas de las que estoy orgullosa, es que creo que he ayudado a proporcionar espacios donde hablar acerca de esto, y estas narraciones ahora están disponibles para otras personas,” dice Laurent.

‘Visibilidad Inequívoca’

Jim Ambrose es una de las personas que Laurent ayudó. A pesar de que había sido asignado quirúrgicamente como mujer cuando era bebé, aunado a tratamientos hormonales y cirugías adicionales en su adolescencia, Ambrose, ahora de 37 años, vívidamente recuerda cuan diferente se sentía de las demás chicas, incluso a una temprana edad.

“Recuerdo a la primera chica de mi clase que llevó un sujetador y como reaccione exactamente como todos los demás chicos de mi clase”, dice. “Estaba enamorado y fascinado.”

Inconscientemente, el sabía que el interés no surgió de una solidaridad de chica a chica o de un vistazo a su propio futuro. Viendo una película escolar de educación sexual acerca de la menstruación, pensó, “No creo que esto me vaya a pasar a mi.”

Y no fue así, por supuesto. La mamá de Ambrose le reveló la razón cuando tenía 12 años y tratamientos con estrógenos pronto le siguieron.

Tampoco experimentó las conexiones sexuales que sus compañeros si estaban haciendo.

A los 16, Ambrose – todavía percibido como mujer por sus compañeros – tuvo novia (“por default,” bromea, en lugar de que fuera por un vínculo romántico). La mantiene lejos de sus partes íntimas. En retrospectiva, estaba fuera de la autoprotección. Aunque la novia nunca le discutió, si le confesó a amigos mutuos que la distancia le parecía sumamente extraña.

La voz se corrió hasta Ambrose, y de repente estaba dolorosamente consiente de que mientras el sentía un profundo desapego de su cuerpo asignado mujer, ya no era solo del interés de sus padres y de los doctores. Ahora era también del interés de sus compañeros –y sus futuros compañeros sexuales. Después de todo, para eso había sido construido quirúrgicamente.

“El principio que se había seguido era que pudiera establecer lazos de pareja con un hombre y, para ser mas específicos, para asegurarse de que poseyera un recipiente adecuado para un pene erecto,” dice Ambrose. “La meta final no era que yo fuera una mujer sexualmente satisfecha, o una persona que fuera curiosa a cerca de otras formas de sexualidad… Mi placer sexual no fue tomado en cuenta.”

Karkazis de Standford ve esto con demasiada frecuencia en su trabajo y en sus amistades con miembros de la comunidad intersexual.

“Imagina por un momento que quieres conectar sexualmente con alguien, y no sientes nada sexual en tus genitales. O sientes dolor. Conozco a personas que han intentado todo e incluso han contemplado mas cirugía. Imagina esta clase de búsqueda.” Dice Karkazis

“La puerta esta cerrada antes de que siquiera haya estado abierta. Puedes llegar a pensar que estas tan dañado que nadie estará satisfecho contigo.”

Pero después de que Ambrose entabló amistad con Laurent, el utilizó su espacio de difisión para amplificar los intentos de conexión. Una comprensiva y proactiva doctora estuvo de acuerdo con el en que, la eliminación de los senos y la vaginoplastia, era médicamente necesario – y la forma de corregir un error que había cometido la comunidad médica. Ella comenzó a darle un régimen de crema de testosterona compuesta para corregir el déficit en la densidad ósea, que ocurrió cuando dejó de tomar estrógeno.

Mientras el no había considerado conscientemente la transición a un cuerpo mas masculino antes de eso, su respuesta física fue innegable.

“Casi inmediatamente, sentí la diferencia,” recuerda Ambrose. “Es como cuando un cazador está caminando lentamente por el bosque y pisa una rama que cruje y el ciervo alza la cabeza para ver que esta pasando. ¿Qué? ¿Qué fue eso? Mi cuerpo me estaba diciendo, ‘Oye, esta cosa es buena. Vamos a hacerlo. Estamos en esto.’”

Un año después, cuando estaba a finales de sus 20s, empezó a tomar inyecciones de testosterona y presentándose como hombre en público. Su psique y cuerpo estaban mas alineados, como nunca habían estado antes, y había estado teniendo citas con mujeres, pero la transición marcó el comienzo de una nueva serie de inseguridades.

Ambrose dice, “Era un hombre que no tenía el pene que todo mundo espera. Y por “todos” me refiero a que estaba muy concentrado en salir con mujeres heterosexuales. Quería salir en citas con mujeres que me pudieran desear como hombre… Quería que una mujer me viera al otro lado del cuarto y dijera ‘Si, quiero cogerme a ese tipo,’ antes de que supiera algo de mí.”

Adoptó la técnica de Laurent de presentar su historia con honestidad y prematuramente, diciendo a sus posibles compañeras, “Trabajo en esta librería, pero mas que nada trabajo de activista (intersexual) y esto me lleva por todo el país y organizo y doy talleres y me siento en comités y recaudo fondos para esta pequeña organización y… ¿Por qué lo hago? Bueno, porque me pasó a mi.”

Y funcionó. Mucho. Cita tras cita tras cita fue “todo un éxito”, según Ambrose.

“Me pone en la posición de alguien que esta siendo proactivo acerca de su vida. Alguien que está actuando en defensa de si mismo y de otros,” dice.

“El manejarlo de esta manera informa a quien escucha — a menudo una posible pareja sexual — que me importa lo que piensas, pero se suficiente acerca de mi mismo para saber que si quieres percibirme como victima, llorar por mi, sentir desagrado por mi o levantarte e irte, puedes hacerlo.”

“Mi felicidad, consciencia de mi mismo y la capacidad de levantarme por la mañana, no depende de si quieres que me vaya a casa contigo esta noche.”

Mientras la relación de largo plazo mas reciente de Ambrose terminó hace unos meses, el se siente cada vez mas cómodo en el cuerpo que tiene ahora, y sigue firme en sus intentos de conexión romántica con la mujer correcta.

“Creo que hay un gen de resistencia. Hay muchas veces en las que podría haberme retraído, o subsistido en pedazos. O escogido novias que fueran malas conmigo o crueles o abusivas, pero no lo hice,” dice Ambrose.

“Necesito que ellas me vean tan simple y claramente como sea posible. Necesito visibilidad inequívoca de mi pareja sexual.”

‘Las cosquillas son mi “hurra” ’

Pidgeon Pagonis buscó intimidad y encontró dolor en su lugar. (Pagonis no se identifica ni como hombre ni como mujer y usa pronombres de género neutro para describirse. Nota: en ingles usa “they”, “them” y “their” que se usan indistintamente para decir ellos o ellas.)

“Estaba realmente convencidx de ciertas cosas, como la idea de lo que la preparatoria debería ser. Realmente quería una experiencia de preparatoria y, parte de eso, era tener una cita con un chico y tener sexo con el,” dice Pagonis, ahora de 28 años de edad.

A la edad de 11, a Pagonis le dijeron que la cirugía que recibió de niñx fue para tratar el cáncer, y que la que estaba por recibir era para corregir un problema de goteo de orina. En realidad, esta última era para hacer una vaginoplastia. A los 16 años, Pagonis se desmayó por dificultad y dolor durante los intentos de coito con un novio.

“Nunca tuve dilatación (que debería haber mantenido el conducto abierto), así que fue un shock para mi cuerpo. Dejé ese momento atrás como “¡Eso realmente dolió!” dice Pagonis. “Pero Cosmo (una revista) decía que se iría poniendo mejor. Y no se puso mejor en términos de placer, pero si se puso mejor en términos de no lastimar tanto cada vez.”

Aún así, Pagonis pronto llegó a asociar casi cualquier intimidad, incluyendo besos, con el dolor inminente de la penetración, y encontró como cualquier deseo se evaporaba al momento de ser tocadx. El alcohol y la marihuana ofrecían cierta distracción del dolor, pero marcaron el comienzo de una serie de otros problemas, incluyendo un ciclo de parejas abusivas y la vulnerabilidad a ataques sexuales cuando estaba en estado de ebriedad.

“Quería estar tan ebria que el sexo se sintiera bien. Pensé que me sentiría mas desinhibida y que el sexo se sentiría bien. Uno se esfuerza para ser normal cuando sabes que no lo eres. En lugar de hablarlo, solo bebería,” dice Pagonis.

Después de que un profesor de la universidad diera una conferencia sobre el tema de los rasgos intersexuales y DDS en una clase de “psicología de las mujeres”, algo hizo conexión. Pagonis caminó cruzando la calle desde su salón de clases en la Universidad DePaul, hacia el sótano del hospital, donde, casualmente, sus propios registros médicos estaban.

Ahí, Pagonis rasgó el velo de la vergüenza y el secreto que había envuelto su cuerpo desde la primera cirugía. Los términos le eran desconocidos – “pseudohermafrodita masculino” y “46 XY” – pero, de repente, todo tenía sentido.

Su madre lo confirmó y, después de lanzar su teléfono contra la pared, Pagonis prometió no decírselo a nadie.

Pero las almas son fuertes y determinadas. Buscó y alcanzó la conexión a pesar de todo. Seis meses después de la revelación, Pagonis empezó a tener citas con una mujer con quien dio a conocer su diagnostico. Mientras que la alineación de la anatomía, sacó a relucir sus diferencias físicas – “Aun pienso que mi novio de preparatoria no sabía que yo no tenía un clítoris,” bromea Pagonis – alternativas al sexo con penetración abrieron toda una nueva gama de conexión.

“Estos elementos de la intimidad eran lo que yo necesitaba en ese momento,” dice Pagonis. “¡las cosquillas fueron mi “hurra”!”

Por ahora, la eliminación del placer sexual como resultado de la cirugía y el trauma sexual, han demostrado ser una barrera para tener una pareja romántica. Pagonis está volando en solitario, y tratando de encontrar la paz y el placer en su propio cuerpo con la ayuda de un terapeuta.

“ ‘¡El sexo es 90% ficción y 10% fricción! “ Pagonis cita al terapeuta. “Esto se me quedó grabado porque cuando estaba con alguien, siempre estaba teniendo ficción en mi cabeza y pensé que esto era porque estaba mal y no me podía solo “dejar ir” con la persona.”

Pagonis también se basa en las sabias palabras de Laurent, “Ella me dijo, ‘A quien le importa? Piensa en lo que sea que necesites. Esta en tu cabeza y no estas lastimando a nadie. Si no te puedes “dejar ir”, entonces bien por ti.’ “

“Dejé que la vergüenza de tener un cuerpo diferente y el no verme ‘normal’, me debilitara,” dice Pagonis. “Necesitaba ese permiso y Bo me lo dio.”

‘El amor es como brincar de un acantilado’

Pagonis ahora trabaja como coordinador de los jóvenes en “Advocates for Informed Choice” y como coordinador en la prevención de la violencia en el noviazgo en la adolescencia, y cree firmemente que la falta de información a los niños intersexuales por parte de los doctores y los padres, es tan perjudicial como las cirugías cosméticas para ocultar las diferencias físicas.

“Si la gente fuera honesta y hablara contigo acerca de tu cuerpo, tu podrías aún tomar las mismas decisiones, pero no tuve esa opción — y hubiera tenido alguien con quien hablar y tomar las mas sanas y seguras decisiones,” dice Pagonis.

Ambrose esta de acuerdo: “Todavía no conozco un padre que haya intencionalmente tratado de herir a su hijo. Tengo tanta simpatía por mis padres y los padres de mis amigos como la tengo por nosotros. Llevas a cabo estas cirugías motivado a ‘normalizar’ un niño y entonces esperas que el niño este tranquilo y no le hable a nadie de ello. Vas a tener que maquillar cada aspecto de la vida del niño, y de tu vida.”
Y a los 57 años, Laurent misma esta todavía aprendiendo los límites de su propio trabajo y asombrándose. Después del final de su matrimonio y de un periodo de soltería, decidió intentarlo de nuevo, y se sorprendió al encontrarse a si misma amada y amando, una vez mas.

Laurent se encontró a si misma abriendo su corazón a una mujer mas joven que conoció online y que nunca había escuchado hablar de las condiciones intersexuales.

“Ella no estaba familiarizada con esas palabras o con la historia, pero le conté a cerca de la clitoridectomía. Estaba sorprendida y reconfortada de lo bien que lo tomó,” dice Laurent.

Para toda la gente que Laurent a llevado a la seguridad en sus años de activista, era un riesgo personal para ella, y esta mujer podría verlo. La alcanzó a través de la distancia entre ellas.

A medida que su relación se hizo mas seria, ella le envió a Laurent una cita que todavía recuerda.

“Decía: ‘El amor es como brincar de un acantilado,’ “ dice Laurent. “ ‘Tu cabeza dice que vas a morir, pero tu corazón dice, esta bien, puedes volar.’ “

Fuente: http://edition.cnn.com/2014/04/15/living/intersex-dating-relate/index.html?hpt=hp_c3

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